El Concurso de Arquitectura Richard H. Driehaus, cuyo objetivo es promover la práctica de una arquitectura y un urbanismo que preserven y den continuidad a las tradiciones locales, ha dado a conocer los proyectos de arquitectura ganadores de la edición 2017-2018.
Tras una primera fase, en la que los municipios españoles fueron convocados a presentar posibles temas y emplazamientos para el concurso, el jurado seleccionó Baza (Granada), Borox (Toledo) y Trujillo (Cáceres) como los municipios que mejor se ajustaban a los objetivos y criterios planteados y que se consideraron más viables de cara a su posible aplicación o ejecución posterior.
Extraordinariamente, y gracias a la financiación aportada por el propio Ayuntamiento, volvió a convocarse también el concurso para Jaca (Huesca), tras quedar desierto el pasado año, al no ajustarse entonces ninguno de los planteamientos presentados a las bases del Concurso.
En la segunda fase del concurso, de carácter internacional, se animaba a arquitectos de cualquier nacionalidad a presentar propuestas de diseño arquitectónico y urbano para cualquiera de los cuatro emplazamientos propuestos. De las 74 candidaturas presentadas al concurso, el jurado evaluó las propuestas, seleccionando las que mejor se ajustaban a los criterios del concurso. El jurado estuvo presidido por Alejandro García Hermida y compuesto por Javier Cenicacelaya, Leopoldo Gil Cornet, Olga Roldán Laguarta, León Krier, Rafael Manzano Martos, Javier Martín Ramiro, Anselmo Menéndez, David Rivera y Harriet Wennberg.
Baza. Granada, Andalucía
La propuesta de intervención en Baza, buscaba revalorizar y dignificar el conjunto monumental que se asienta al sur de la medina sobre el curso del Caz Mayor, importante canal que históricamente ha regado las huertas de Baza. Se trataba de aportar así a la ciudadanía no sólo una nueva red de espacios públicos, sino también la recuperación de un patrimonio en el que confluyen valores históricos, arquitectónicos, etnológicos, arqueológicos y ambientales y que se encuentra hoy tristemente abandonado.
La propuesta ganadora del primer premio, dotado con 12,000€, ha sido la de los arquitectos Estefanía Fernández-Cid Fernández-Viña, Xavier Espinós Bermejo, Lucía Espinós Bermejo, y Rodrigo Toro Sánchez, que ya el año pasado fueron galardonados con una mención de honor por su proyecto para Grajal de Campos.
Su proyecto, titulado “Agua”, propone reconstruir el claustro del convento, rehabilitándolo para uso hotelero, y recuperar el palacio y sus jardines, incluyendo la antigua alberca monumental que los presidía y abastecía de agua. También dota de una nueva imagen a las calles circundantes, construyendo a los pies de las huertas existentes edificios más acordes con la identidad propia de la ciudad. Quedan así en un segundo plano los desproporcionados bloques de viviendas erigidos en las últimas décadas, diseñando una arquitectura más apropiada para este conjunto histórico. Se apoya todo ello en el recurso del agua, materializado en el Caz Mayor y las acequias de los huertos en torno a los cuales se configura un agradable paseo.
Por la elevada calidad del resto de propuestas, el jurado concedió menciones de honor, dotadas con 2.000€ cada una, a tres proyectos de gran belleza que igualmente devuelven la memoria al conjunto patrimonial, manteniendo viva la huella de su historia, y que generan al mismo tiempo una nueva red de espacios verdes para la ciudad: “Raíces”, de los arquitectos españoles residentes en Alemania Víctor Guimerá Millán y María del Pilar Rama Lara, cuyo proyecto logra entretejer la red viaria con los huertos y jardines recuperados; “Azarbe”, del equipo granadino formado por Pablo Ibáñez Sánchez, Noemi Serrano Garrido, Ángel Vallecillo Zorrilla y Juan Bachs Rubio, con una magnífica propuesta arquitectónica y paisajística que recupera el esplendor de los antiguos espacios claustrales; y “Carmen del Caz”, del grupo de arquitectos de Baza Luis León Ortiz, Álvaro Pulido López Camino, Adrián Marmolejo Clarhed, Daniel Usero Guerrero y los colaboradores Marisol Valera González, Javier Gallego Roca y Francisco Tristán García, un diseño que se estructura también en torno al agua, que recorre huertas y jardines.
Borox. Toledo, Castilla-La Mancha
Borox propuso el dotar de nuevo diseño a uno de los ejes principales sobre los que se asienta su núcleo urbano, la Avenida Piedad Colón, así como a los dos principales edificios públicos que lo jalonan: el Hogar del Jubilado y la Biblioteca Municipal. Se trata de dos edificios que en la actualidad presentan una imagen que distorsiona el atractivo carácter tradicional del lugar y que, tras sufrir sucesivas transformaciones, presentan problemas para prestar los servicios que la población demanda.
El jurado decidió otorgar el primer premio, dotado con 12,000€, al equipo norteamericano formado por Patrick Alles, Matthew Blumenthal y Megan Zhang, por haber presentado la propuesta que mejor resuelve el problema a escala urbana. Reubicando el nuevo centro de día en el límite de la avenida, amplían la zona ajardinada existente, crean un nuevo espacio cubierto público abierto en el centro del nuevo parque y consiguen una mejor conexión visual con los diferentes hitos y áreas singulares del pueblo, todo ello con nuevos edificios en consonancia con la arquitectura tradicional del lugar.
El jurado concedió además menciones de honor, dotadas con 2.000€ cada una, a tres proyectos que planteaban también propuestas de gran atractivo y muy sensibles a las formas populares, a los materiales locales y al trabajo de los artesanos de la zona: “Bosque de Ribera”, de los arquitectos sevillanos Elena Jiménez Sánchez y Abelardo Linares del Castillo, también galardonados en esta convocatoria por su propuesta para Jaca, y que en su proyecto plantean reconfigurar la Biblioteca manteniendo en lo posible la estructura ya existente y un nuevo edificio para el Hogar del Jubilado, ambos con un sobresaliente diseño arquitectónico que recoge la esencia del lugar; “Recuperación de nuestro reino cívico”, del equipo norteamericano Fairfax, Sammons & Partners y SMI Landscape Architects, que dota a ambos edificios del carácter representativo y cívico requerido, con reseñable atención por el diseño de sus detalles; y “Entre la Piedra y el Agua”, de las arquitectos Sara Martínez Sánchez, de Toledo, y Maribal González Arjona, de Mallorca, un proyecto en el que la vegetación es protagonista y donde el Hogar del Jubilado recupera el tipo arquitectónico tradicional de la localidad, al estructurarse en torno a un patio al que se abre por medio de una serie de galerías de madera.
Jaca. Huesca, Aragón
En Jaca el Ayuntamiento planteaba la transformación del interior de una manzana de su casco histórico para crear un espacio público singular en el corazón de la ciudad. Esta nueva plaza podría contribuir así a su revitalización, ampliándose de esta manera la red de espacios públicos peatonales ya existente con el gran espacio público que este conjunto necesita.
El jurado ha decidido otorgar el primer premio, dotado con 12.000€, a la propuesta “Pluribus Unum”, desarrollada por los sevillanos Abelardo Linares del Castillo-Valero y Elena Jiménez Sánchez, quienes también han sido galardonados con una mención de honor por su propuesta para Borox. Su diseño plantea un nuevo ámbito cívico que destaca por su vitalidad y diversidad, recogiendo el legado de la arquitectura que históricamente ha definido el carácter de la ciudad. El proyecto aprovecha el carácter fragmentario de las parcelas para generar diversidad con diferentes diseños para cada una de las distintas edificaciones propuestas, prestando especial cuidado a las fachadas de la nueva plaza, acercando la luz a los pasajes abiertos para conectarla con las calles circundantes, y creando abriendo a ella comercios y soportales.
Aunque no se contemplaba la concesión de menciones de honor para este emplazamiento, al haberse reconvocado para él el concurso de diseño de forma excepcional, gracias al apoyo e interés del propio Ayuntamiento de Jaca, se ha determinado conceder una, en este caso sin dotación económica, a la propuesta “Plaza de Santiago”, que fue muy altamente valorada por el jurado, desarrollada por el estudio norteamericano Fairfax & Sammons Architects.
Trujillo. Cáceres, Extremadura
La propuesta de Trujillo, por iniciativa conjunta del Ayuntamiento y la Fundación Xavier de Salas, buscaba potenciar y revalorizar el entorno urbano del “Convento de La Coria” en el área noroeste del conjunto histórico, lo que permitiría además incluirlo en los circuitos turísticos y culturales de la localidad. El área incluía por un lado un espacio natural de gran valor paisajístico extramuros, en el que se planteaba intervenir sin alterar la silueta de Trujillo, haciendo más agradable y accesible el paseo por ella. Por otro, los alrededores del propio convento, donde se encuentran varias parcelas en ruinas, la hoy poco transitada Plaza de Moritos, el depósito de agua del municipio y otros espacios públicos próximos apenas usados por vecinos y visitantes.
La propuesta seleccionada por el jurado para el primer premio, dotado con 12,000€, fue la titulada “Kalathos”, de los arquitectos vascos Aritz Díez Oronoz e Imanol Iparraguirre Barbero, quienes también resultaron ganadores del primer premio de este concurso en la convocatoria 2016-2017 por su propuesta para Grajal de Campos. Su proyecto pone en valor el entorno de la muralla, con una serie de pequeñas intervenciones dirigidas a resaltar los valores propios del lugar, y propone una nueva construcción en la zona hoy arruinada intramuros: un edificio dispuesto en torno a un patio que reúne las mejores cualidades de la arquitectura propia de esta localidad, y no sólo se integra así en su entorno, sino que lo enriquece con una pieza que lo enriquece y revitaliza, conectando finalmente con un nuevo acceso público la Plaza de Moritos con el Convento de La Coria.
Tres menciones de honor, dotadas cada una de ellas con 2.000€, recayeron en las propuestas tituladas: “Narrativas Pétreas”, del arquitecto granadino Juan Moya Romero y sus colaboradores Sara Lobón Ruiz y Sergio Sequí Sánchez, que en la convocatoria 2016-2017 de este concurso obtuvieron el primer premio por su propuesta para Vejer de la Frontera, y cuyo diseño plantea la creación de una amplia plaza, delimitada por la edificación proyectada, que desciende desde la Plaza de Moritos hacia la nueva entrada a los jardines de la Fundación; “Secuencias”, realizada por los arquitectos de Granada Francisco Ibáñez Sánchez, Elena Morales Muñoz, María Zurita Elizalde y Aida Caballero Sánchez, que resuelve la conexión entre las calles y plazas dispuestos a distintas cotas a través de una construcción que en torno a un gran espacio central desarrolla una secuencia de salas abovedadas abiertas en distintas direcciones; y “Bosque de Piedra”, del equipo cacereño formado por Fernando Enríquez Martín y Manuel Viola Nevado, que descompone el programa en dos edificios diversos, cada uno de ellos dispuesto abrazando un atrio, que los comunica, respectivamente, con la Plaza de Moritos y con los jardines de la Fundación.
El concurso de Arquitectura Richard H. Driehaus es un concurso internacional dirigido a promover la práctica de una arquitectura y un urbanismo que preserven y den continuidad a las tradiciones locales. Ha sido organizado por INTBAU (International Network for Traditional Building Architecture and Urbanism), el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General de Arquitectura, Vivienda y Suelo, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, el Premio Rafael Manzano Martos y el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.