El Museo Jumex presenta 'Propuestas para una plaza', un proyecto colaborativo de los artistas Fritz Haeg (Estados Unidos, 1969) y Nils Norman (Reino Unido, 1966). Esta instalación temporal, comisionada como parte de la serie 'Ágora: un anteproyecto para la utopía', invitará al público a imaginar y participar en una visión alternativa de la plaza del museo.
Este proyecto está inspirado en los espacios al aire libre de la Ciudad de México, retomando elementos de parques públicos y de zonas de vida silvestre que rodean la ciudad, además de integrar algunos usos informales de espacios abiertos. Cuenta con zonas para sentarse y dormir, un quiosco, un círculo para hacer fogatas, gradas y espacios exteriores que invitan a la contemplación, la reunión, el descanso y el juego.
AD: ¿Cuáles son las intenciones de la exhibición 'Propuestas para una plaza'?
Nils Norman: Hemos desarrollado un diseño colaborativo temporal específico del sitio que responde a la plaza frente al Museo Jumex usando patrones tomados del libro de Christopher Alexander A Pattern Language. Su investigación fue hecha en
colaboración con Sara Ishikawa, Murray Silverstein, Max Jacobson, Ingrid King y Shlomo Angel quienes eran alumnos suyos en la época de Berkley durante la década de 1970, cuando se publicó el libro. Vemos este proyecto como un experimento para intentar probar algunas de las ideas del libro. También lo vemos como una forma de revelar y criticar las condiciones existentes del espacio público en el área inmediata.
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Fritz Haeg: Los patrones se implementaron con un sentido simultáneo de organización y con una interrupción evidente. Los adoquines de mármol existentes han sido estratégicamente removidos, apilados y roto. Grandes rocas volcánicas y troncos de roble se esparcen por la plaza, las vegetación brota del piso y de las macetas. Mientras tanto, las rejillas de los soportes de los árboles y la estructura de las gradas definen los espacios, las alfombras hechas a mano evocan las habitaciones al aire libre, las mantas invitan a sentarse y tomar una siesta, y los asientos forman círculos que convocan a las personas a dialogar.
El diseño tiene cualidades tanto cívicas como domésticas, atrae a los visitantes a una secuencia de espacios que se mueven desde lo extrovertido y público (las gradas hacia afuera) a lo íntimo y privado (la habitación del árbol y la alfombra para las siestas). En un espacio que generalmente alberga una escultura monumental solo para visualización pasiva, queríamos generar algo más dinámico y complejo.
AD: ¿Han trabajado antes en México? ¿Qué los motivó a colaborar en esta exhibición inspirada en los espacios públicos de la Ciudad de México?
NN: He dado clases en SOMA (la escuela de arte en la Ciudad de México). Ambos fuimos invitados a colaborar en un proyecto en el Museo por el equipo curatorial para una serie especial que se centró en la Plaza. Fritz y yo hemos sido amigos por muchos años y compartimos muchos intereses similares así como temas de investigación.
AD. ¿Cuál es la relación con sus trabajos previos relacionados a la arquitectura animal y el performance en esta instalación?
FH: Aunque no hemos tenido en cuenta animales (excepto el perro domesticado ocasional) con este proyecto, supongo que hay alguna relación con las instalaciones anteriores de Animal Estates que he hecho. En esos proyectos, consideré a la fauna nativa como los clientes del proyecto, considerando sus necesidades y deseos, sucedió de la misma forma aquí. Al crear 'Propuestas para una Plaza', pensamos en quién vendría, por qué vendrían (empleados de oficina en un descanso para comer o curiosos asistentes a los museos), que necesitarían (sombra, un asiento, un lugar para descansar, reunir, etc.). El lenguaje de patrones es significativo porque examina esas necesidades y deseos humanos universales e intemporales de una manera que supongo que podría, en parte, extenderse también a la comunidad animal en general. Ver más allá de las diferencias culturales, las condiciones humanas (o animales) para estar juntos es un gesto muy significativo.
AD: ¿Consideran que estar en contacto con otras disciplinas contribuiría a un mejor entendimiento de los espacios públicos y de la arquitectura?
NN: Definitivamente. Existe una escasez y desconexión de diseño y atención con relación a los espacios públicos que conectan los edificios, esto se ve claramente en ciudades como Londres. Creo que los artistas pueden actuar como agentes importantes en el proceso de vincular estos espacios intersticiales que en muchos casos son ignorados o simplemente no tomados en serio debido a su falta de valor financiero o por lo poco relevantes que son para los arquitectos, desarrolladores y funcionarios de la ciudad.
AD: ¿Cómo es que su trabajo individual influye en esta investigación y viceversa?
NN: Los dos estamos involucrados en proyectos de investigación continuos ya largo plazo que exploran cómo se produce el espacio a través del lente del rendimiento, la utopía, los experimentos pasados y la interacción social. Es por eso que todas estas ideas y experiencias nos han ayudado a desarrollar este proyecto. Lo vemos como parte de nuestra investigación actual sobre cómo se pueden producir espacios públicos utilizando ideas del pasado y del presente, y por lo tanto es una extensión de nuestras prácticas. No es una cosa terminada sino un proceso continuo de investigación.
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