El Concurso Nacional de Anteproyectos para el Complejo Educativo, Recreativo y de Alto Rendimiento Deportivo, organizado por el Colegio de Arquitectos Provincia de Santa Fe (CAPSF) y el Colegio de Arquitectos Distrito 2 (CAD2), pretendía abordar el diseño de un complejo integrado para revalorizar un sector del reconocido Parque de la Independencia en Rosario, que resuelva un óptimo aprovechamiento de las instalaciones del parque y respete las necesidades funcionales propias de cada institución participante.
El jurado otorgó el primer premio a los arquitectos Tristán Bondone, Lucas Carranza, Juan Pablo Vazquez, a los colaboradores Martina Demaria, Mauricio Bertorello, Bruno Galetto, Santiago Goldsmit, Juan Murua Palacio, al Ing. Osvaldo Marchesini (asesor en estructuras) y Maximiliano Torchio (Colaboración en imágenes).
Revisa el proyecto a continuación.
Descripción por los autores. El CERARD se localiza en una de las áreas más significativas de la ciudad de Rosario, el Parque de la Independencia. Por su ubicación estratégica y los programas que alberga, busca constituirse como un punto de referencia en el ámbito deportivo tanto para la ciudad como a nivel nacional.
El complejo se compone de tres edificios cuya marcada horizontalidad contrasta con el contexto del parque. La estrategia de implantación reduce el impacto de la edificación sobre el parque, preservando los árboles y permitiendo la continuidad de las visuales a nivel peatonal.
La disposición de los edificios en sentido este/oeste genera una conexión entre el parque y la ciudad a través de dos pasos peatonales públicos que atraviesan el complejo. Estos espacios abiertos funcionan a su vez como accesos y áreas de expansión de los distintos programas.
La lógica de tres edificios conformando una unidad de conjunto, favorece la independencia funcional requerida y facilita la etapabilización de la construcción del complejo. El eje de accesibilidad y estructuración del proyecto es la avenida Ovidio Lagos, sobre la que se propone la ampliación de la vereda existente y la incorporación de un circuito deportivo complementario, integrando así el proyecto a la plataforma deportiva del parque. Por otra parte, las circulaciones que desembocan en el conjunto configuran una plaza de acceso, incorporando equipamiento público, luminarias y áreas de suelos permeables para los estacionamientos de bicicletas y para la expansión del bar.
El ISEF, instituto universitario, se ubica en cercanía al sector del ovalo y con visuales hacia las canchas de entrenamiento. El mismo se articula en torno a un hall de tres alturas que contiene las escaleras y circulaciones. En su planta baja se ubican las áreas administrativas y en los pisos superiores las aulas. Este edificio se vincula con el paso subterráneo de forma directa para hacer fluido el paso hacia el área de canchas.
Piletas Públicas: el acceso al natatorio se realiza a nivel del parque mientras que las tribunas, vestuarios y demás usos se localizan en un nivel inferior, liberando así la planta baja y permitiendo la continuidad visual del parque. Tanto los accesos del público general, el de deportistas y el de jueces se dan por el patio/paso peatonal, configurando a ese espacio como un foyer a cielo abierto.
Programa Compartido: En este Modulo compartido se ubican el bar, auditorio y salón de gimnasia deportiva. El bar se encuentra sobre la avenida Ovidio Lagos para favorecer el uso independiente del mismo. Entre el auditorio y el salón de gimnasia deportiva se genera un vacío que comunica de manera transversal los tres edificios.
Estructura y materialidad
La racionalidad constructiva es una premisa de proyecto, manifiesta a través de la selección de una estructura y materialidad adecuada para este tipo de edificios e implementando recursos disponibles de la región en la que se encuentra (galpones rurales y portuarios).
La estructura se resuelve con un sistema de construcción de pórticos de acero compuesto de columnas y vigas de alma llena que se disponen según una modulación-separación (10mts) en los tres edificios, variando solo la sección de columnas y vigas según las luces de cada uno.
En el edificio de las piletas, la estructura se sitúa en la parte externa del compuesto de fachada, a los fines de proteger los vínculos de la estructura de la corrosión que produce el vapor de agua y cloro y reducir su mantenimiento. El criterio de estructura al exterior se replica en la totalidad del edificio constituyéndose como la expresión que lo caracteriza.
En el edificio del ISEF, se propone una estructura mixta con pórticos metálicos y entrepisos de losas huecas pretensadas. Los tabiques interiores serán de placas de yeso compuestas con el fin de otorgarle la flexibilidad que demanda este programa. Dadas las características del suelo se opta por realizar el túnel de acceso al ovalo mediante un sistema de construcción en hormigón in situ en tramos.
Sobre el nivel exterior, en el perímetro de la planta baja en todos los edificios, se plantea una malla metálica para la protección de las aberturas de aluminio y vidrio. En la fachada norte, por sobre la planta baja, se utilizará un doble cerramiento traslucido con una cámara de aire a fin de regular la temperatura interior y proveer de luz natural al recinto, evitando el deslumbramiento. Este recurso se utiliza en el área de piletas y en el hall del ISEF. Las envolventes opacas se resuelven con un panel de poliuretano compuesto (tipo frigorífico) dejando su cara lisa en el interior, a los fines de reducir el consumo energético y la demanda de acondicionamiento climático artificial de este espacio.
Acondicionamiento y sustentabilidad
Sobre la cubierta de todos los edificios, y aprovechando la inclinación hacia el norte, se prevé la incorporación de paneles solares. También se propone la recolección de agua de lluvia mediante las superficies de cubierta y de patios, en conjunto con su almacenamiento para el riego.
Estos recursos complementan los criterios de sustentabilidad presentes en el diseño estructural, en la selección de materiales y en la correcta orientación de los edificios del complejo.
Dado que la calidad sonora y espacial es fundamental en el uso de natatorios, se prevé instalar un sistema de absorción sonora que actúe definitivamente sobre los ecos y reverberaciones frecuentes en estas instalaciones. En el cielorraso, se propone un listonado con “trampas acústicas” entre los pórticos, otorgando por la separación entre una pieza y otra una oquedad que configura a este plano superior como un dispositivo de absorción acústica.
Finalmente, mientras los pisos antideslizantes dispuestos en las áreas de circulación son duros, en el área de gradas, en los espacios entre escalones, se aloja un sistema similar al del cielorraso: una suerte de cajas absorbentes de material acústico que detiene el eco y disminuye la reverberación.