Descripción enviada por el equipo del proyecto. Cualquier excusa es buena para celebrar algo en Can Esclapez, quienes disfrutan constantemente de la popular tradición para los que habitan en el campo ilicitano: comer y beber la mejor comida mediterránea en la mejor compañía, la familia.
Pero por un lado, la familia crece, los espacios interiores no dan abasto y los nietos comienzan a clonar todo espacio posible del jardín.
A este hecho, se le suma el mal entendimiento de la arquitectura tradicional transformado en el actual vulgar diseño de la casa (como pasa en gran parte del campo ilicitano), que reniega de espacios flexibles con una buena relación exterior/interior (los espacios son puramente interiores o puramente exteriores).
A consecuencia de dicho diseño, las celebraciones solo se producen con el buen tiempo, con amplios espacios en sombra relacionadas con el jardín, en contra de los espacios interiores poco flexibles y sin relación con este.
Por todo ello, se le pide a MESURA que proponga en que lugar de la extensa propiedad sería adecuado agregar el nuevo volumen y diseñar este acorde con la necesidad de generar un nuevo espacio flexible con los servicios de cocina y lavabo: un pabellón.
Diseñar una nueva sombra que genera vida como los genuinos porches de la arquitectura local anónima es la máxima ambición del proyecto, con el aliciente de querer conservar sus virtudes todos los días del año.
El solar, de carácter alargado (orientado norte-sur) y situado en el campo sur periférico de Elche, contiene al norte de este varias edificaciones industriales de usos comerciales, una casa que no puede crecer (acotado transversalmente de este a oeste) y un gran jardín dividido en franjas transversales.
El pabellón nace en el jardín y se arropa en este generando una nueva franja. La transversalidad
este-oeste del pabellón genera dos grandes fachadas y dos nuevos jardines acotados.
La fachada norte podrá ser abierta en su totalidad al nuevo jardín que sirve de conexión con la piscina, mientras que la sur se abrirá solo de manera puntual para proteger el pabellón del clima cálido-húmedo con un jardín de palmeras altas que funcionara de protección solar y plantas autóctonas que generarán un nuevo huerto (que servirá de suministro para el nuevo comedor).
El pabellón, consta de una losa de hormigón (generadora de la sombra), apoyada sobre tres muros que se extienden transversalmente (en forma de barbacoa y celosía) y dos pilares que acentúan la gran apertura a norte.
El paramento horizontal, la losa de hormigón blanco a 2,40 metros de altura, generan una cota humana pero de carácter fresco (adecuada al clima), mientras que los muros y los pilares dan una atmósfera acogedora y cálida a través del tono rojizo tan característico del entorno inmediato.
Dicha estructura será laque separe los usos a través de sus tres muros, donde uno acota el espacio polivalente (exterior/interior), otro funciona de rótula acogiendo el lavabo y cocina, y un tercero que da uso a la barbacoa exterior, (escondida del nuevo jardín que conecta el pabellón y la piscina).
De esta manera, y gracias a la nueva sombra interior/exterior que acota un nuevo jardín generada por el pabellón, evolucionan los festejos en Can Esclapez, pudiendo acoger a las nuevas generaciones y pudiendo celebrar el admirable ocio del campo ilicitano tradicional durante todo el año.