El viernes 27 de octubre se realizó la inauguración oficial de la XX Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile. La Bienal que este año se denomina "Diálogos Impostergables", busca visibilizar a aquellos que han sido postergados en las oportunidades que entrega la ciudad:
Pensar en lo que consideramos impostergable desde la arquitectura y el urbanismo nos presenta la necesidad urgente de trabajar con aquellos que residiendo al margen, no han visto reflejadas sus necesidades y aspiraciones en lo urbano.
- Felipe Vera (Curador General y Director Ejecutivo Bienal Diálogos Impostergables)
Pola Mora, curadora del Área Profesionales en la Muestra Internacional y Directora de Contenidos de ArchDaily en Español, presentó al equipo de curadores la posibilidad de incluir como parte del programa de actividades un panel que se refiriera a la falta de visibilidad y oportunidades de las mujeres en el campo de la arquitectura. Con este objetivo, se realizó el Panel de Discusión "Mujeres en Arquitectura", compuesto por las arquitectas Cazú Zegers (Chile), Ana María Durán (Ecuador), Inés Moisset (Argentina), Elisa Silva (Venezuela) y Sandra Iturriaga (Chile) y que contó con la participación de Soledad Larraín y Layla Jorquera del Comité de Arquitectos Jóvenes del Colegio de Arquitectos de Chile:
¿Por qué hacer un panel sólo de Mujeres?
1. Porque si hubiera un panel compuesto sólo por hombres, al menos en Chile, nadie lo cuestionaría
2. Porque cuando nos planteamos los #dialogosimpostergables como tema central de la BIENAL DE ARQUITECTURA DE CHILE aparecieron una serie de “postergados”en las oportunidades que entrega la ciudad. Para mí era importante también visibilizar a las arquitectas marginadas en nuestra disciplina
3. Porque si las imágenes generan constructos sociales, un panel compuesto sólo por mujeres, aporta un grano de arena a normalizar la idea de que las arquitectas somos pieza clave en la construcción de mejores ciudades, así como hoy parece normal la idea de que en la nómina de 7 arquitectos premiados por el gremio se lean sólo nombres masculinos.
- Pola Mora (Curadora Área Profesionales Bienal Diálogos Impostergables9
Revisa en el video de arriba el registro completo de la actividad y el interesante debate que se desarrolló a partir de la intervención de la ecuatoriana Ana María Durán:
Me preguntaba, camino acá y viendo en retrospectiva mi trayectoria como arquitecta, si la condición de ser mujer ha incidido de alguna manera en esa trayectoria. Y por supuesto que sí. De una manera positiva y de una manera negativa. Muchas veces las mujeres crecemos a través de la grietas, porque hay mucho cemento encima. Si queremos crecer por la trayectoria típica del arquitecto, es muy difícil porque encontramos demasiados obstáculos.
Mi carrera arrancó en pareja y me encanta la idea de la pareja de arquitectos. La verdad es que yo nunca me percibí como una arquitecta autónoma, heroica, que se lanza al mundo a demostrar que “yo puedo también hacer arquitectura”. Nunca fue un activismo mío el tema de género y nunca me influenció de manera consciente o de manera política. Fue más una respuesta al tipo de barrera que continuamente he tenido que enfrentar y esa sí ha sido una constante en mi vida que por supuesto me ha llevado a redefinir mi trayectoria.
Y he hecho muchas cosas que yo creo que nunca hubiera hecho si no hubiese tenido tantas barreras que me impidieron tener una trayectoria típica masculina, que es lo que yo pensaba que tenía que hacer. Una de las primeras desiciones que tomé fue dejar de trabajar con mi esposo y socio (…) No porque él fuera machista. Es más feminista que yo! Era más el hecho de que los clientes asumían que él lo hacía todo (…) Al final, el producto siempre se asumía de autoría exclusiva de él. Eso a él le dolía y a mí me molestaba. Entonces empecé a tener una especie de ira, de rebeldía contra los clientes o los albañiles que cuando yo llegaba a la obra, me preguntaban:
- Señora, dónde está el arquitecto?
- …ESTOY AQUÍ!!Todas hemos vivido estas experiencias. Son cosas que están tan embutidas en la cultura que ya ni siquiera las cuestionamos. La mujer está ahí para cumplir un papel secundario y se la invisibiliza.
