El Estudio Barozzi Veiga, conformado por el arquitecto español Alberto Veiga y el italiano Fabrizio Barozzi se ha hecho internacionalmente conocido y sus obras parecen estar marcando un nuevo referente en la arquitectura contemporánea. Invitado a dirigir un workshop organizado por la Universidad San Sebastián, Alberto Veiga estuvo de paso por Santiago de Chile, en la misma semana en la que las redes sociales enloquecieron con la aparición de un proyecto sin construir de autoría del estudio en la secuela de la película Blade Runner.
Los orígenes de la oficina Barozzi Veiga se remontan al año 2004, con la asociación de los dos arquitectos que se conocieron trabajando en la oficina de Guillermo Vázquez Consuegra en Sevilla. La oficina se instaló en Barcelona con la idea de comenzar una nueva etapa profesional en una ciudad diferente. Establecerse en una ciudad de carácter cosmopolita les permitió integrarse a un ambiente lleno de actividad, una ciudad que acoge a personas de todas partes del mundo y que por ende, facilitó sus colaboraciones con arquitectos de otras nacionalidades, como Polonia y México, entre otros.
Esta situación les hizo entender que su campo de acción no tenía necesariamente que limitarse a Cataluña, o incluso España, sino que existía todo un territorio europeo en el cuál el estudio podía operar. En esta entrevista Alberto Veiga profundiza en una de sus obras más reconocidas internacionalmente: la Filarmónica de Szczecin en Polonia y nos explica en cómo el estudio se aproxima al proceso creativo y al desarrollo de la forma:
La monumentalidad sentimental expresa cómo tu trabajo pertenece a un continuo en el tiempo y al mismo tiempo, transmite un vínculo personal y perceptivo del propio autor.
Por supuesto, no pudimos dejar de preguntarle qué se siente ver hoy inmortalizado una de los proyectos sin construir del estudio en una mega-producción hollywoodense.