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Arquitectos: Rafael de La-Hoz
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Fotografías:Alfonso Quiroga
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Nuestros hospitales recientes, como sistemas de salud, atienden eficazmente al ciudadano, pero lo hacen en un espacio arquitectónico innecesariamente dramático y a veces depresivo. Su probada eficacia es la causa de su repetitividad, de forma que hace más de un cuarto de siglo que todos son iguales, o al menos así se percibe.
Proponemos transformar al ciudadano en cliente, para un nuevo tipo de Hospital, en el que además de atenderle con la probada eficacia de nuestro sistema profesional médico, pueda sentirse en todo momento el centro de todo cuidado, de toda atención.
Este nuevo modelo de Hospital que se propone, utiliza para ello tres elementos básicos: la eficacia, la luz y el silencio.
Lo mejor de la arquitectura hospitalaria y lo mejor de la arquitectura residencial.
Conceptualmente pues, el nuevo Hospital se dispone sobre un zócalo que aloja las unidades asistenciales, ambulatorio, diagnóstico y tratamiento.
Estructurado según tres módulos o edificios paralelos, que recogen lo mejor de las estructuras matriciales hospitalarias; flexibilidad, ampliación, claridad funcional y circulaciones de carácter horizontal.
Sobre esta estructura se disponen dos unidades de hospitalización, dos coronas ovaladas trazadas con amables curvas que se alejan sensorialmente de las depresivas formas residenciales del “bloque pastilla” racionalista, y se inspiran en lo mejor de la arquitectura reciente residencial: eliminación de pasillos y por tanto de ruido, circulaciones concéntricas, luz y silencio en torno a un atrio común.
Dos conceptos funcionales espaciales, zócalo y corona, que se vinculan para formar una nueva arquitectura, en un modelo que ofrezca a los profesionales la oportunidad de tratar y a los ciudadanos, de ser tratados en un ambiente en el que la luz natural y el silencio resulten terapéuticos.