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Arquitectos: Estudio Ramos
- Área: 3600 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Franco Molinari, Daniela Mac Adden
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Proveedores: Ankon Sur, Estudio Ramos, FV, Moras Aberturas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto está situado en la región argentina denominada “La Pampa”. Pampa es una palabra indígena, cuyo significado es llanura o planicie. Junto con su clima templado y tierras fértiles, el área resulta ideal para la agricultura. Cuando se recorre la zona, la sensación es de una contundente horizontalidad. El poeta Atahualpa Yupanque se refiere al paisaje de La Pampa como “sereno y pensativo”. Con su pronunciada horizontalidad y simplicidad de elementos, este proyecto intenta hacer referencia a estos temas.
El proyecto encargado por Ignacio Figueras, jugador profesional de polo, es un establo para 44 caballos de Polo con una superficie de 3850 metros cuadrados y una longitud de 180 metros. Está compuesto por dos largos volúmenes y muros exentos que al articularse, crean espacios y situaciones diversas.
La planta baja consta de dos sectores bien diferenciadas por sus funciones. Uno tiene un programa social y mira hacia el campo de Polo, mientras que el otra, orientado al fondo de la propiedad, aloja las instalaciones de trabajo y habitaciones del personal. Los volúmenes con vista al campo de Polo están parcialmente escondidos detrás de extensos muros y desniveles del terreno, que no solo dan privacidad a los establos, sino que también reducen sutilmente el impacto del edificio en el paisaje. Únicamente el centro del edificio queda a la vista, donde se ubica un gran espejo de agua, terrazas exteriores y el monturero principal del establo.
Se plantaron pastos silvestres y nativos sobre las cubiertas, contrastando intencionalmente con la perfección del césped del campo de polo. Las lomadas funcionan como acceso al techo, y también como gradas naturales para observar los partidos de polo.
El agua, símbolo universal de vida, pureza y armonía, se utiliza tanto para conectar y estructurar espacios, como también para crear una atmósfera serena.
La totalidad del proyecto se construyó utilizando dos materiales básicos: hormigón visto y maderas autóctonas. Materiales elegidos por sus propiedades estéticas, bajo mantenimiento, y un noble envejecimiento.
Una conexión muy especial e íntima se forja entre los caballos y las personas que los entrenan y tienen a cargo su cuidado. El objetivo del proyecto ha sido el de diseñar las caballerizas como el espacio que contiene y nutre esta relación.