Para Patricia Llosa Bueno, la arquitectura es “la confluencia de circunstancias ineludibles al proyecto”. Dentro de este grupo de circunstancias, el arquitecto es un factor más, con un sesgo propio y un sinnúmero de influencias, entre las que ella destaca los libros que lee y los proyectos referenciales que visita.
Llosa es arquitecta por la Universidad Ricardo Palma de Lima, Perú. Ha realizado una maestría en “Arquitectura, Crítica y Proyecto” con Josep Quetglas en la Universidad Politécnica de Catalunya entre 1998 y 1999. En la actualidad, junto con Rodolfo Cortegana, conforma el estudio Llosa-Cortegana, formado en 2005.
Como estudio, cada cierto tiempo hacen un esfuerzo por sentarse y preguntarse dónde están y cuáles son sus preocupaciones al momento de proyectar. En muchos casos, esto pasa también por un proceso de des-aprendizaje. Formada en la tradición de la modernidad, Llosa hace un esfuerzo consciente por cuestionar si es precisamente eso lo que ella quiere diseñar en el presente y con las condiciones de un desierto como el limeño. Esto, lejos de llevar a un rechazo de la modernidad, la lleva a modos distintos de entenderla e interpretarla, entre los que reconoce a la producción brasileña como una favorita.
La reflexión es también un proceso consciente de entender el por qué se valora un edificio de una determinada manera. La consciencia de las filiaciones y de la propia formación, entonces, se convierte en un punto de partida para repensar constantemente la propia manera de proyectar.
* Texto por Cristina Dreifuss e imagen, cortesía de Un Día | Una Arquitecta