Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada en una zona rural de las montañas orientales del Embalse de Tominé, km 11, entre Sesquilé y Guatavita, a una altura de 2.653 msnm, en un suelo de tierra fría; se implanta la casa sobre un predio inclinado que, al recorrerse a pie,
abarca las 3 escalas de medida de su ocupante: sus exigencias funcionales, espaciales y formales.
Las áreas o tamaños de los espacios propuestos fueron calculados por su amoblamiento más las circulaciones; diseñamos entonces una edificación para un Modo de Vida, en un espacio abierto –un espacio formal- donde se desarrollarán las funciones cotidianas, de recreación, convivencia, de formación y crecimiento familiar e individual, en el medio socio-cultural colombiano de comienzos del siglo XXI; siglo donde se ha tomado conciencia de aprovechar los recursos no renovables, se respeta el medio ambiente, lo auto-sostenible, el uso de materiales apropiados; y, se habla de calentamiento global, aparecen los LED’s, los medios de comunicación inalámbricos y las certificaciones eco sostenibles.
Se organizaron las funciones dentro de los espacios creados y se localizaron en el sitio, previamente reconocido su entorno. El organigrama es una relación teórica e ideal de dependencias con un tamaño de áreas gráficamente representado; por ejemplo: la terraza externa para el BBQ orientada a la laguna y con el sol directo de la tarde es un punto ordenador y este sirvió para teorizar sobre circulaciones, espacios interiores y relaciones con el exterior, son hipótesis o planteamientos previos al esquema.
Dentro del diseño arquitectónico se buscó calidad espacial, confort ambiental, se ascendió a órdenes superiores, se buscó equilibrio, ritmo y composición; belleza y gozo; que no son evidentes para quien no tiene la cultura arquitectónica, pero que las asombra y se sienten a gusto en el espacio conformado por la interacción de planos, vacíos, volúmenes y sólidos con diferentes texturas colores y matices.
El lote se moldeo, transformándolo en espacio habitable, se respetó un árbol nativo, como punto de arranque y se replanteo la casa a partir de éste árbol, se organizó un recorrido periférico externo, buscando las mínimas pendientes.
Este diseño trascendió la búsqueda de la simple funcionalidad de una casa de recreo atendiendo a la pendiente del terreno, se realizaron esquemas a mano alzada buscando planos horizontales, los cortes verticales se estudiaron detalladamente para ganar espacio interior.
Excavando el suelo, lo menor posible, logramos dos planos horizontales, dos pisos traslapados. Teniendo en cuenta la escala física de 2,60 metros del hombre alto con la mano arriba, medida plenamente aceptada para el diseño y el deseo de integrar los espacios interiores con los espacios exteriores, que son terrazas, senderos y jardines circundantes, el resultado lo calificamos como satisfactorio, la vida se reduce a una permanente toma de decisiones y en la arquitectura esto se cumple al pie de la letra.