- Área: 197 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Glen Claydon
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Proveedores: Toto, AEG, Acor, Catalano, MIWA, NORD, Zucchetti
Descripción de los arquitectos. El encargo para esta casa ubicada en lo que a menudo se conoce como uno de los mejores destinos para visitar en invierno, fue sencillo: debía ser simple, eficiente energéticamente y libre de mantenimiento. Desde lejos, parecía un "chalet de montaña" (nuestro encargo manifestaba inevitablemente lo contrario), y además contaba con una franqueza: vistas sin obstáculos del volcán Yotei al oriente, dictó la orientación; nuestro interés era evitar que las casas vecinas se ubiquen en una excelente posición.
En un mundo inundado de distracciones, la casa se convierte en un simple filtro: se cierra el desorden y se abre a las vistas enfocadas sobre la belleza serena que se encuentra detrás: un desierto sin tocar hasta el Monte Yotei.
Una vez que entramos, este concepto es cada vez más evidente. Una amplia entrada se extiende por toda la casa hasta llegar a la terraza, como para mostrar que la casa no es más que una puerta. Mientras caminamos hacia la terraza, vislumbres del cielo nos alcanzan a través de la escalera. La cama principal y la sala de baño están a la izquierda y a la derecha, y se pueden unir para formar una suite a lo largo de toda la fachada este.
La simplicidad de la casa se extiende a su estructura y se siente a lo largo. Un cuadrado perfecto, parece abrirse desde adentro por un conjunto de vigas y columnas. La fuerte definición del espacio axial desde la entrada hacia la terraza se afloja en el nivel superior, donde las vigas y columnas expuestas de cedro de Hokkaido definen un gran volumen abierto. Dos pequeñas áreas, cuarto de huéspedes y baño, se colocan debajo de las vigas en la parte occidental y el espacio restante contiene el estudio, el estar, el comedor y las áreas de la cocina hacia el este.
Desde el exterior, el edificio es un volumen homogéneo revestido con chapa de acero recubierto de aluminio y zinc, que refleja sutilmente el entorno con sus siempre cambiantes tonos. Las mismas aberturas que son como cuadros vivos en el interior revelan, desde el exterior, los componentes espaciales que constituyen la casa como un conjunto de elementos individuales.
Casa K es un lugar de sencillez, donde el entorno natural se convierte en parte de la casa y en matices cambiantes cada hora que nos recuerdan la esencia del verdadero lujo. A propósito, la no frenética interpretación del lujo lleva a un concepto mucho más cercano al chalet original: una cabaña simple para los pastores en las montañas.