Marcos Parga, director del Estudio Madrileño MAPAa nos presenta un ensayo exploratorio en torno a las posibilidades de habitar en centros urbanos desarrollados, tomando como ejemplo un lote entre medianeras en Madrid. El objetivo radica en buscar formas para disfrutar de características propias de asentamientos rurales, contacto con la naturaleza, en la ciudad.
Memoria de los arquitectos.
¿Qué casa nos merecemos?
Cualquier urbanita que se haga esta pregunta pensará que no es mucho pedir que las nuevas arquitecturas residenciales nos brinden la posibilidad de vivir en la ciudad disfrutando a la vez de algunas de las ventajas del idealizado medio rural, pero sin renunciar por ello a la densidad y efervescencia que tanto nos gusta de las grandes urbes. Sin embargo la realidad que nos rodea nos muestra invariablemente todo lo contrario.
El proyecto RRURBAN (Realmente RURal y URBANo) surge como una posible respuesta a esta aspiración cada vez más extendida - y ampliamente abordada desde diferentes ámbitos en las últimas décadas - con el propósito de inocular las bondades de la vivienda aislada en el ADN especulativo de la vivienda colectiva en altura, activando de paso ciertas cuestiones vinculadas al diseño participativo.
El resultado de esta aproximación necesariamente romántica (y recurrente) al problema de la vivienda es un sistema exportable de promoción sostenible entre medianeras basado en la evidencia de que una comunidad de vecinos no es más que un apilamiento de realidades dispares y únicas, pero que desgraciadamente a menudo se encuentran ocultas tras el velo unificador de arquitecturas residenciales mal entendidas.
A partir de aquí todo resulta más fácil: tan sólo debemos sustituir esa tendencia uniformizante por operaciones que exploten la diversidad, apostando por la vuelta a un cierto individualismo militante que redefina nuestra forma de convivir en altura y nos permita explorar los límites de la participación como ya hicieran John Habraken o Frei Otto de forma experimental (y pionera) 40 años atrás.
En este caso, y en un intento práctico por canalizar las reflexiones que sobre la capacidad individual para generar ecosistemas autónomos plantearon los austríacos Haus Rucker-Co en 1973 con su microentorno Stück Natur (Pedazo de Naturaleza), hemos dotado a cada unidad habitacional de cierta flexibilidad para que pueda ser fácilmente configurable por el usuario final según sus preferencias.
Así, de forma menos ambiciosa y más operativa, un realista Catálogo de los anhelos acotará las características elementales de cada “parcela urbana”, quedando totalmente definida al ocupar su posición final dentro de la estructura general.
En un sentido puramente práctico, la disparidad de volúmenes combinados en altura favorecerá el deseado esponjamiento y multiplicará por tanto la capacidad de adaptación del sistema a cualquier solar, dando como resultado un entorno construido de densidad variable compuesto por volúmenes básicos apilados dispuestos para ser habitados, entre los que se generan espacios intermedios tratados como valiosas extensiones de la vida interior.
RRURBAN # 01_MADRID
La primera operación RRURBAN se plantea en el centro de Madrid, ocupando un pequeño solar de 385m2 entre medianeras que resulta suficiente para albergar 7 viviendas con ascensor de entre 92 y 150m2, todas ellas con espacio exterior privado (patio o terraza) y plaza de garaje en aparcamiento subterráneo. Las zonas comunes aportan a la comunidad un patio de juegos, un invernadero productivo, espacio para barbacoas, trastero y aparcamiento de bicicletas.
Superficie construida sobre rasante: 965m2
Superficie construida bajo rasante: 385m2