- Área: 285 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Alfonso Calza
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Proveedores: Vondom, Blau de Gas, Cerrajería Calabuig, Maxim Benestar, Muñoz Bosch, Mármoles Bens
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El restaurante Bouet está situado entre el barrio de Ruzafa y la estación de tren de Valencia, en un enclave de edificios de uso residencial y fachadas representativas con valor histórico.
El nuevo Bouet reivindica la gastronomía como experiencia hedonista y sensorial. Emociones e ideas que no solo se manifiestan a través de la cocina, sino también mediante el espacio y el tratamiento. Un lugar donde la sofisticación y la informalidad conviven de manera natural con un único objeto: el concepto de gastronomía como cultura y filosofía de vida.
El fin no es la arquitectura. El objetivo es generar espacios donde sucedan cosas, donde disfrutar y dejarse envolver por el ambiente, la acústica y una iluminación intimista. En definitiva, un lugar donde ser feliz de la forma más sencilla y tradicional: en torno a una mesa.
Bouet conecta cocina y comensal mediante un lenguaje que sorprende y emociona, a través de una secuencia de espacios que desvelan poco a poco la magia. La barra de la entrada –donde disfrutar de una copa de cava, un coctel y algún plato frío- nos da la bienvenida y nos acompaña hasta la sala principal. La luz que entra por los grandes ventanales dirige nuestra mirada hacia el patio, visualmente conectado con el interior.
Todos los trucos y secretos se pierden en la cocina, totalmente abierta al público, donde el cocinero desvela sus cartas y comparte la experiencia con el comensal.
La mezcla de elementos nuevos con los ya existentes, combinados de forma fresca y adecuada, consiguen ese efecto desenfadado pero de calidad, con alma de ciudades viejas que ahora son muy jóvenes. Las formas facetadas que encontramos en los espejos, las luminarias y el mobiliario –diseñado específicamente para el local- crean reflejos, reflexiones y desdibujan el ambiente.
Los materiales rústicos conviven con otros más refinados como el cobre y el mármol, aportando un aparente carácter industrial al espacio. Como si hubiera nacido de forma espontánea, como si las cosas estuvieran dejadas caer.
Bouet is located between Ruzafa and the railway station, in surrounded by residential buildings with emblematic façades of historical value.
The new Bouet defends gastronomy as a hedonistic and sensorial experience. Feelings and ideas are not only transmitted by their cuisine, but also by their premises and manners. A place were sophistication and casualness come together naturally with only one aim: the idea of gastronomy as culture and a way of life.
The architecture is not the aim here: we create places where things happen, where you can enjoy being surrounded by the atmosphere, the sounds and the warm lighting. In conclusion, a place where you can be happy in the easiest and more traditional way: around the table.
Bouet brings together the cuisine and the diner by means of a touching and surprising language, along a sequence of rooms that slowly reveals the magic. The bar in the lobby –where you can have a glass of cava, a cocktail and a cold dish- welcomes us to the main room. The light coming through the large windows focus our gaze towards the courtyard, which is visually connected to interior of the restaurant.
All the tricks and secrets are gone from the customer-opened kitchen, where the cook unveils his crafts and share the cooking experience with the diners.
The mix of new and existing materials, combined in a cool and befitting way, achieves that relaxing but classy effect of the ancient cities that now are really young. The facets that we found in the mirrors, the lights and the furniture –expressly crafted for this establishment- produce images, reflections and blur the interior.
Some crude materials match other more refined ones, such as copper or marble, thus giving an apparently industrial look to the set. As if it were born spontaneously, as if things were just dropped there.