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Arquitectos: Enrique Jerez
- Área: 200 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Javier Bravo
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Proveedores: Stua, Vitra
Descripción enviada por el equipo del proyecto. P e I son nuestros clientes, los propietarios de una vivienda con terreno en esta barriada de la Obra Sindical del Hogar, inaugurada en 1946 y situada al suroeste de la ciudad de Burgos.
Las viviendas originales son muy interesantes: modestas, racionales, constructivamente sencillas y basadas en lo que podría considerarse una arquitectura vernácula o popular. Lamentablemente, en la actualidad la barriada se encuentra muy degradada, al haberse construido algunas casas nuevas sin ningún vínculo ni sensibilidad hacia la preexistencia. Esto hace que, en ocasiones, el conjunto sea casi irreconocible.
Más allá de tratarse de una respuesta específica a un problema concreto, el proyecto se plantea como una posible solución para futuras intervenciones en este barrio, tratando de compatibilizar la construcción de nueva planta con el respeto por la arquitectura y el conjunto originales. El proyecto asume algunos principios de la arquitectura tradicional para trasladarlos y adaptarlos al presente. De esta manera, lo viejo y lo nuevo establecen una dialéctica basada, fundamentalmente, en la lógica, la naturalidad y la tolerancia.
Dado el estado semi-ruinoso de la vieja casa de P e I, así como sus reducidas dimensiones (unos 50m 2 en una planta), el encargo consistía en la realización de una vivienda nueva que respondiera a sus necesidades de la mejor manera posible. Una de las más singulares era la presencia de 2 talleres, uno de grabado y otro de carpintería.
De manera similar a la antigua vivienda, que constaba de 2 piezas entre las que se generaba un espacio abierto, la nueva casa se desarrolla a partir de un patio central que articula y vincula los diferentes espacios a su alrededor. Intentando aprovechar la estricta normativa urbanística, que exigía el adosamiento de la nueva vivienda con su pareada, la casa se adosa mediante el garaje, permitiendo liberar el volumen principal, de 2 plantas, para abrir ventanas en todas sus fachadas.
Dicho volumen principal, hacia la calle al norte, alberga el taller de grabado y la zona de noche, mientras que el volumen secundario, hacia el jardín al sur, aglutina las zonas de día en un único espacio. Ambas piezas se relacionan espacial y visualmente a través del patio, que da la bienvenida en la entrada peatonal y actúa como un filtro entre el jardín y el taller de grabado, pasando por la sala de estar. Desde la segunda planta del volumen principal, y por encima de la cubierta del volumen secundario, es posible disfrutar de la ribera arbolada del Arlanzón, que discurre al sur de la parcela.
Se han tenido especialmente en cuenta criterios medioambientales, al incorporar un alto aislamiento térmico en toda la envolvente (15-20cm), protección solar regulable en los huecos orientados al sur (persianas, toldos, parras), ventilaciones cruzadas o calefacción mediante caldera de biomasa y 2 chimeneas de leña.
La estructura metálica queda vista en las zonas estanciales gracias a los forjados de chapa colaborante pintados de blanco. Simultáneamente, se genera un nivel inferior con falso techo que recoge las franjas de almacenamiento (armarios y estanterías) y los espacios húmedos, de instalaciones y de circulación, tomando la altura de los dinteles de puertas y ventanas.
Recordando las viviendas originales, la casa tiene fachadas encaladas en blanco, zócalos de piedra caliza de Campaspero y cubiertas de teja cerámica rojiza. En el interior, las zonas húmedas se singularizan mediante un revestimiento cerámico tradicional de color verde.