La semana pasada ArchDaily asistió al 2016 World Architecture Festival en Berlín. Tuvimos la oportunidad de conversar con Sir Peter Cook y le preguntamos sobre el estado actual de los asuntos mundiales (Brexit, las elecciones de Estados Unidos, etc.). Explicó cómo su experiencia y trabajo han influido en una carrera que ha durado más de cinco décadas, y nos recuerda el poder inspirador de la arquitectura.
Lee a continuación la entrevista completa y mírala con subtítulos en español ocupando la opción "CC" de YouTube.
Peter Cook: Tienes que entender que soy un tipo de animal muy particular, tanto en lo político como en mis opiniones generales. Soy lo que yo llamaría un cínico creativo. Soy una persona mayor que ha visto suceder muchas cosas no tan buenas. Por otra parte fui privilegiado cuando niño, tuve una educación y universidad gratuita.
No veo las cosas en sus extremos blanco y negro. Creo que hay variantes en lo que no es del todo correcto y variantes en lo que es casi posible. Entonces, creo que incluso en los días de Archigram mis proyectos se basaron en una especie de tradición liberal. Aunque estas mecánicas me parecían sorprendentes, tal vez la sociedad real que yo me estaba imaginando en ellas era lo que yo llamaría una sociedad liberal del norte de Europa, como en la que en efectivamente crecí.
De este hecho, hay inclusive una tendencia que va aún más lejos. Mi gran creencia en Europa, que la tuve antes de que existiera la Unión Europea, era una que había visto a todos estos países combatiendo entre ellos; yo era un niño en tiempos de guerra y oí bombas caer, para después ver a todos estos países unirse, y eso parecía maravilloso, independientemente de si había o no una burocracia.
En cierto modo, creo que las arquitecturas que hago se basan en un optimismo. Un optimismo que por una parte sabe que no va a suceder, pero no diciendo: "¡Oh, todo es terrible!" o por otra parte, "¡Oh, todo es maravilloso!" Es más bien: "Sí, va a ser un poco mejor o un poco peor". Esto, por supuesto, es una actitud muy inglesa. Que somos sobrevivientes.
Es interesante cuando hay estas crisis económicas, por ejemplo, cuando fue la última crisis en España, todos dijeron: "Todo está colapsando, ¿qué vamos a hacer, qué vamos a hacer?". Los ingleses dijeron: "Hmm, no es tan bueno, pero va a mejorar". Y luego cuando las cosas están bien en Inglaterra dicen, "Uh, en cualquier momento esto va a empeorar". Y es una especie de tejido protector que es muy divertido para los extranjeros. Mi esposa no es inglesa y ella no logra entender cómo tenemos esto, nunca somos totalmente optimistas y nunca somos totalmente pesimistas. Nosotros decimos: "Bueno, sigamos y algo aparecerá". Y tienes que poner mi arquitectura en esa perspectiva. Es lo que yo llamaría liberal, en un sentido tradicional de lo liberal. Es inquisitivo, razonable, es de izquierdas pero no de la extrema izquierda, es beneficioso para los menos privilegiados, pero no de una manera extrema. Utiliza el sistema económico que tenemos, siempre y cuando no vaya muy mal. Y creo que esto es difícil, especialmente para los latinos o los mediterráneos. Ellos se preguntan, "¿Qué te excita?"
Puedes utilizar tu imaginación, por supuesto, y cuando yo estaba haciendo las cosas de Archigram siempre pensé que se podrían construir. Si lo miras, tenía pasamanos, tenía inodoros. Y los baños eran del tamaño adecuado y las escaleras mecánicas tenían las proporciones correctas.
Siempre me irritaba la gente de otras culturas que decía: "Este es un esquema maravilloso, esta es la ciudad del futuro". Y pensabas: "¡Cómo van a caminar por ahí! Se van a caer del borde". Tienes que tener esto en cuenta, y por lo tanto no veo ninguna división entre lo que les estaba mostrando antes del almuerzo allí, la cosa azul [Estudio de Dibujo en la Universidad de Bournemouth], que en realidad se construyó, y lo que estaba dibujando para Archigram. Ese [proyecto] parece un poco inusual en una universidad inglesa, pero es justo eso lo que estábamos haciendo en Archigram. Y Archigram parecía un poco inusual, pero en realidad podría haberse construido, y eso fue lo verdaderamente interesante de cuando construí el edificio de Graz: que se podía hacer.
Y sin embargo, la gente durante años había estado diciendo que no podías hacer nuestro tipo de cosas. Y entonces uno dice, "F*ck you, mira ¡allí está!" ¿Que haces entonces? Creo que es... en cierto modo bastante cínico. Puedes de alguna manera hacer cosas, porque el cinismo es una corteza protectora para lo que en su esencia es optimismo. Y ahí está uno.
