En junio del 2016, el Ministerio de Cultura a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco (DDC-Cusco), convocó al concurso arquitectónico para el Centro Cultural de Cusco, Perú. El encargo contemplaba tres zonas; el complejo cultural, la plaza de la cultura y la sede técnica administrativa con los servicios correspondientes. El área del terreno a considerar era de 8 800 metros cuadrados. Asimismo, el director Daniel Maraví Vega Centeno señaló "este espacio debe concebirse bajo una línea arquitectónica sobria, contemporánea y funcional, acorde a las tendencias actuales de la arquitectura que sintonice con el legado en piedra de la ciudad". El proyecto ganador del concurso fue diseñado por los arquitectos Roberto Riofrío y Jaime Sarmiento.
Descripión de los arquitectos:
Centro Cultural WIÑAY AYNI MARKA. Cusco.
La relevancia del centro cultural en la ciudad.
AYNI se refiere al modo de cooperación y solidaridad reciproca que existía en los pueblos indígenas del Alto Peru. Como via de intercambio democrático, se basaba en el trabajo solidario y la ayuda mutua dentro del Ayllu estableciendo lazos de reciprocidad familiar entre los miembros de una comunidad.
De igual manera, el nuevo Centro Cultural WiñayAyniMarka está llamado a ser el nuevo lugar de convergencia físico y social de la ciudad. Su proximidad con la red de espacios públicos e instituciones culturales que el centro histórico alberga lo convierte en la próxima referencia en cuanto a espacio de manifestaciones culturales y artísticas.
Las premisas de diseño exigen que el edificio sea un bien público, es decir, que impida la rivalidad entre usuarios durante su uso, así como la exclusión social. Un edificio que promueva la circulación interna logrando variantes espaciales tales como intensidad de uso, yuxtaposición programática, secuencia, espacio público, privacidad, paisaje, entre otras. En pocas palabras, si el CCAYNI se inserta en la ciudad, la ciudad se inserta en el Centro Cultural.
El edificio / Emplazamiento / Unidad y diferenciación
Inscrito en un lote medianero de 8800.00 metros cuadrados, el edificio se proyecta como una estructura moderna, sobria y eficiente capaz de concentrar las distintas actividades técnicas y administrativas de la DRC Cusco. Dichas actividades se complementan con el equipamiento del Centro Cultural. La reunión de funciones disímiles y el establecimiento de transiciones que van de lo público a lo privado, configura el proyecto en tres zonas principales:
La puerta o / PUNCU
El teatro se convierte en la cara del edificio para la ciudad. A manera de hito urbano, sus proporciones y emplazamiento generan una pasarela pública que funciona como enlace entre la Avenida Huáscar y la plaza principal del proyecto. Su geometría lineal permite la confluencia de actividades comerciales y culturales, aumentando las variantes espaciales al interior del lugar.
El zócalo o / RUMI
Los principales ambientes públicos del edificio definen la organización espacial de la plaza cultural. Debajo de ella, en el nivel -4.00 m, se ubican la sala de eventos transformable, la filmoteca y el estacionamiento multipropósito destinado a albergar ferias y eventos. Una rampa funciona como enlace entre la plaza y los ambientes ubicados debajo de ella, maximizando la permeabilidad y el tránsito entre ciudad y edificio.
Adicionalmente, se propone la relación entre el CC Ayni, el mercado y el Jardín de Eventos de la cerveza Cusqueña a partir del establecimiento de posibles “puertas” o enlaces. Estas funcionarían principalmente como áreas públicas de transición entre los distintos programas del zócalo, pudiendo funcionar como conectores en caso se originen posibles cambios en el entorno inmediato.
El cuerpo o / KURKU
Sobre el zócalo, un edificio monolítico concebido en cada uno de sus niveles como planta libre unifica los distintos espacios y actividades administrativas y técnicas del Centro Cultural. Se propone un alto grado de flexibilidad en el edificio dadas las cambiantes demandas que el uso cotidiano del mismo exige.
Estructura / Adaptabilidad, flexibilidad en el tiempo y modularidad
El edificio es una estructura aporticada de hormigón armado, modulada en 8.00 x 8.00 m de acuerdo a las alturas exigidas por piso y al óptimo funcionamiento del sótano de estacionamientos. El edificio busca ser estructuralmente honesto al convertir sus elementos constructivos en los principales definidores de su carácter e identidad.
Circulaciones
El patio central o KANCHA define el funcionamiento interno y externo de las distintas actividades del centro. No sólo permite una relación pública directa entre plaza cultural, sala de eventos general y estacionamiento multipropósito sino que también permite articular (a partir de circulaciones verticales ubicadas en sus extremos) el resto de las actividades contenidas en el edificio principal.
De acuerdo a ello, el edificio se organizar mediante recorridos perimetrales conectados verticalmente en sus extremos a partir de baterías de ascensores (y/o montacargas), escaleras y servicios higiénicos de acuerdo a los requerimientos del programa en cada nivel del proyecto.
Las circulaciones vehiculares se dan a partir de rampas ubicadas longitudinalmente sobre el lado izquierdo del lote. Esto permite la independencia entre ambos niveles de sótano en caso el primero de ellos sea utilizado para actividades culturales temporales.
Materialidad. Lo local versus lo global
La imagen del edificio busca ser una respuesta al contexto y al intenso uso al que estará sujeto el edificio, buscando establecer un diálogo con el carácter urbano y arquitectónico de la ciudad. Esta búsqueda se origina, en primer lugar, a partir de la organización por capas del proyecto. En segundo lugar, los edificios son una respuesta a las características tectónicas - en cuanto a composición y materialidad - logradas a través del tiempo en la ciudad. Las fachadas se conciben a partir de una estructura modular de vigas y columnetas de fierro corrugado y vidrio templado, maximizando la transparencia y conectividad visual entre el interior y el exterior, entre el continente y el contenido.
Alturas
El edificio posee 4 pisos teniendo como referencia el punto medio de la calle Huáscar. En la zona administrativa, al tener la cobertura final una inclinación de 25%, se logra aumentar en 50% el área útil del último nivel, lo que permite que las direcciones y ambientes técnicos puedan aumentar su capacidad espacial en el tiempo. El área total del proyecto es de 25000 m².
Arquitectos
Architect in Charge
Roberto Riofrío (Riofrío Arquitectos), Jaime Sarmiento (JSPA Oficina de Arquitectura y Urbanismo)Equipo colaboradores
Diego Frías Pareja (bachiller), Juan Sacca Gonzales (bachiller), Lonny Ponce Barrios, Jampiere Yataco Anampa, Eduardo Aguilar CoteraÁrea
8800.0 m2Año Proyecto
2016Fotografías
Cortesía de Roberto Riofrío