Los edificios futuros tendrán la capacidad de reconfigurar algunos de sus componente principales como fachadas, techos y tabiques incluyendo sistemas de iluminación y otros elementos funcionales o decorativos. Es por esto que Gil Bartolomé Arquitectos en conjunto con la escuela de arquitectura de la Universidad Europea de Madrid y el Club de Fabricación Digital de la misma escuela se han unido para diseñar distintos prototipos robóticos que arrojan luces sobre cómo podría llegar a pensarse la arquitectura del futuro.
Es probable que estos elementos proyectados estén equipados con sensores y elementos activos, que se mueven de acuerdo con patrones de percepción y acciones. Por lo tanto podemos considerarlos elementos robótico para sus efectos, como tales pueden tener capacidades de aprender y adaptarse al medio.
Tal futuro les permitirá actuar de acuerdo a las distintas actividades que ocurran en el edificio, y responder de manera inteligente a las condiciones ambientales internas como externas; hasta puede llegar a pensarse que reaccionarán a los estados de ánimo de los empleados con el fin de optimizar los recursos de capacidad humana, incrementar el comfort y la empatía entre usuarios. Sin dejar fuera que podrán reaccionar a otras características de la arquitectura como expresividad simbólica o artística.
Considerando a los edificios futuros como robots, la interpelación entre Arquitectura, robótica e Inteligencia Artificial está llena de potencial desde el punto de vista de la investigación como desde el impacto en nuestro modo de vida.
El pabellón presenta distintos prototipos robóticos que han sido desarrollados por estudiantes e investigadores de la escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid. Para mostrar estos prototipos el Club de Fabricación digital de la misma institución ha construido un gran robot que es una demostración de estas tecnologías en sí mismo.
Las técnicas usadas para la fabricación del pabellón mezclan trabajo digital y mano de obra local.
El pabellón, diseñado por Pablo Gil Martínez, ha sido construido con un presupuesto muy ajustado (6.000 euros), incluyendo diseño, fabricación, materiales, electrónica, transporte y construcción. En este sentido la ayuda de las técnicas de fabricación digital fue de gran relevancia.
El Club de Fabricación Digital de la Universidad Europea de Madrid, donde se desarrollaron los prototipos, está compuesto por Jesús Méndez como director de fabricación, Germán Colomar como director de producción, Marcos Núñez como director de diseño digital, Manuel Paredes como director de organización, Ignacio Martínez como director de fabricación digital, Marina García como coordinadora de producción, Eduardo Gómez y Guillermo Sánz como gestores de producción de prototipos, Vicente Sánchez como encargado de diseño digital, Sergio Herreros como consultor de electrónica y prototipado, Cristina Ortiz como artista visual, Elisabet Frau como encargada de fabricación y Pablo Gil Martínez como arquitecto y profesor de la Universidad Europea de Madrid.
Los prototipos que se presentan han sido desarrollados por Jesús Méndez, Pedro Cosano, José Carmona, Guillermo Sanz, Eduardo González, Marcos Núñez, Manuel Paredes, Carlota Galan, Cristina Ortiz, Oscar Galarraga, Marina García, Francisco Gracia y Myriam Jiménez.