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Arquitectos: La Rotta Arquitectos
- Área: 17725 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Llano Fotografia, Rodrigo Dávila, Mateo Pérez
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Proveedores: Corev, Accesorios y Acabados, Dismec, ESTAHL, Etex, Etex Colombia, High Lights, Lucky Global, Pórticos, Sellex, Solinoff, Titan, Ventanar
Arte, la nueva cara de la academia hacia la ciudad.
La Pontificia Universidad Javeriana en el marco de un ambicioso plan maestro ha venido realizando una serie de concursos arquitectónicos con el ánimo de impulsar su desarrollo urbanístico y arquitectónico para los próximos 20 años dentro de un espíritu de alta calidad creativa, espacial y tecnológica. El edificio Gerardo Arango S. J., sede de la Facultad de Artes fue el primero dentro de esta serie de edificios por concurso y como tal tenía como objeto representar en su localización y construcción estos nuevos valores que la universidad quería proyectar a la ciudad y el país.
Para tal fin se escogió el borde sur del campus de la universidad que se encuentra en directa relación con el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera. Desde muy temprano el proyecto asumió como su mayor activo esta localización privilegiada y se presentó al concurso como la nueva puerta para la universidad que se abriría hacia la ciudad a través del parque generando nuevos roles para la universidad como una institución abierta y altamente activa en las dinámicas de Bogotá.
El proyecto es un nuevo escenario para las artes y la innovación potenciando así la condición natural que el parque tiene para reunir y concentrar diversas actividades de la vida social y urbana de nuestra capital. Se ha proyectado un edificio para la creación de las nuevas artes que admita la diversidad y que potencie el intercambio social por intermedio del arte como herramienta de reflexión de las nuevas realidades que el país se alista a afrontar.
La implantación y disposición de las partes que componen el edificio tiene como atributo adicional que integra dentro de un nuevo espacio público a los edificios que la circunscriben por los costados norte, oriente y occidente. Torre y plataforma son los elementos que le permiten al proyecto lograr este objetivo. Una plataforma que se vincula muy estrechamente con el parque y la topografía y que es por sobre todo la prolongación del espacio público entre la universidad y el parque nacional a manera de una nueva plaza. En el centro de esta nueva superficie pública crece la torre que termina de configurar dicha plaza al relacionar los edificios que la circundan generando una nueva escala para todo el conjunto.
La torre por su parte se descompone en tres volúmenes que representan en su materialidad y disposición cada una de las disciplinas que conforman el programa propuesto para la facultad generando un conjunto de tres mundos autónomos que se relacionan a través de la circulación, los vacíos y las relaciones de perspectiva que atraviesan el edificio en la vertical.
Siguiendo esta lógica el mundo de las artes visuales asociado a la luz se ha dispuesto en los últimos niveles para aprovechar la luz natural a través de la iluminación cenital provista por grandes lucernarios junto con su fachada traslúcida construida con U-Glass que permite que la luz natural se difumine de manera uniforme. Los salones se han pensado como espacios flexibles, amplios y con alturas generosas cuyos acabados han sido pensados para que los estudiantes puedan intervenirlos con total libertad.
El segundo mundo, el del silencio y la música, se construye como un espacio introvertido y en penumbra que propone una vivencia más íntima del espacio propicia para la práctica musical, por tal razón la materialidad de éste se ha pensado como algo más denso y sólido para la cual se ha usado en la fachada y muros interiores paneles de GRC que sumado a un menor número de aberturas al exterior confiere esa atmósfera particular en el edificio.
Sobre la plataforma, dominando el nuevo horizonte que el edificio propone y las relaciones con el exterior, un mundo transparente y múltiple, un espacio de doble altura que permite la relación entre las tres disciplinas, una gran galería como escenario ante el parque y la ciudad en donde podrán dialogar por intermedio del arte los estudiantes con artistas ya consolidados.
Finalmente en la plataforma se localiza el mundo del movimiento que se representa en las artes escénicas y para tal fin contiene las grandes aulas y auditorios así como las oficinas administrativas de la facultad que se separan de las aulas por una gran escalinata interior a modo de una calle abierta que dibuja la topografía y que se ofrece como una gradería pública en relación directa con la superficie exterior.Estos mundos se desplazan en grandes voladizos de 5,5 metros hacia sur y norte conformando umbrales de acceso así como grandes balcones urbanos y generando el espacio para las escaleras periféricas que ascienden en espiral fomentando un espacio en movimiento con claros contrastes espaciales en las atmosferas propias de cada disciplina y en relación con el paisaje lejano de la ciudad.