Ya van más de 35 millones de viajes en bicicletas públicas en Estados Unidos sin registrar ni un accidente fatal. Un reciente estudio fue más allá de esta favorable estadística: en el ámbito del automóvil, por cada 100 millones de viajes en bicicletas particulares, se registraron 21 muertes.
Sí, lamentablemente hubo graves incidentes con usuarios de sistemas públicos de bicicleta. No obstante, lo que se ha comprobado hasta ahora es que esas personas generalmente se involucran menos en golpes, caídas y atropellados mientras pedalean.
El misterio estaba en los números, pero la respuesta vino a través de una mirada detallada en los ciclistas. La conclusión pasa por cinco puntos principales:
1. El diseño importa mucho
Las bicicletas compartidas disponibles en Estados Unidos, además de ser grandes y pesadas, también tienen diversos detalles que la hacen más seguras. Lo principal es que en general son más lentas. Además, son coloridas, llamativas y favorecen una postura más erguida, es decir, elementos que facilitan la visibilidad por parte de los automovilistas.
2. Los viajes se realizan generalmente en zonas centrales densificadas
Otro factor es que las estaciones de bicicletas públicas se concentran en zonas densificadas. Lugares con mayor tráfico motorizado, pero sobre todo con velocidades más lentas y automovilistas más atentos a la presencia de peatones, ciclistas y otras "interferencias en el camino". Sobre los 50 km/hr las colisiones de automovilistas con ciclistas se vuelven más comunes y más graves, siendo el "factor humano", un motivo importante en los atropellos y colisiones.
3. Quien pedalea suele ser inexperto, y eso también tiene algunas ventajas
Bicicletas públicas são utilizadas muitas vezes por ciclistas novatos ou simplesmente inexperientes. A falta de traquejo no trânsito é um grande motivo para atenção redobrada e uma postura mais previdente. Pela maior aversão ao risco, esses ciclistas tendem a ficar mais seguros. Os dados são um pouco controversos, já que a pouca prática também pode ser um fator de risco em si.
4. Las bicicletas compartidas son más seguras, incluso si los porcentajes de uso de casco son bajos.
Sí, existen personas que salen de casa caminando con un casco en la mano para usar una bicicleta pública. Sin embargo, ese comportamiento es una excepción. Este comportamiento de la mayoría de pedalear sin casco no tiene ningún impacto en la seguridad. Puede, incluso ayudar, después de que los conductores tienden a mantenerse más lejos de los ciclistas sin casco. Incluso porque el casco nunca ayudó a nadie a no sufrir una caída o colisión.
5. Todavía no está claro si las bicicletas públicas generan "seguridad a mayor cantidad"
Varios estudios apuntan a que un aumento de ciclistas en las calles no significa un aumento correlativo en el número de accidentes graves que involucran bicicletas. En un estudio realizado en Estados Unidos, esta correlación es directa en el caso de usuarios de bicicletas públicas. Tal vez simplemente no tengamos un número suficientemente grande para obtener los beneficios generales de seguridad necesarios.