Trabajar en arquitectura es siempre una experiencia desafiante en la que nunca se sabe lo que puede suceder a continuación. Dicho esto, hay una serie de cosas a las que nos podemos relacionar colectivamente como parte de esta industria. Hemos creado una lista de cosas con las que estamos demasiado familiarizados, ya sea si se trata del acabado de los proyectos, del trabajo con clientes, o simplemente de tratar con personas que ni siquiera saben lo que pasa en la arquitectura. ¿Cuáles nos han faltado?
1. A veces, no hay nada más relajante que ponerse los auriculares, escuchar tu música favorita, y trabajar en un dibujo o modelo.
2. La increíble sensación de viajar para ver un edificio que siempre has querido ver.
3. Todavía te inscribes para solicitar descuentos de estudiantes para software.
4. Cuando estás seguro de que tu maqueta está a punto de romperse por el exceso de toqueteo, pero el profesor/cliente insiste en levantarla en el aire para poder apreciarla desde un ángulo extraño.
5. Esa sensación cuando se envía un dibujo a imprimir al plotter con la esperanza puesta en que a) esté funcionando b) se está imprimiendo en el tipo de papel adecuado y c) el dibujo esté en la escala correcta.
6a. Esa sensación de victoria cuando el monto de impresión resulta ser mucho más barato de lo previsto.
6b. Esa sensación de fracaso cuando el monto de impresión resulta ser mucho más caro de lo previsto.
6c. Esa sensación de temor cuando estás a punto de ver el monto de la impresión, porque seamos realistas... no tienes NINGÚN CONTROL sobre esto.
7. Cuando te sientes excesivamente bien acerca de un proyecto, es cuando sabes que algo malo está a punto de suceder.
8. Derrochar en libros que no tienes tiempo de leer... porque te gustan como "objetos".
9. Pasar la primera hora de toda una noche de trabajo maldiciendo tu situación y prometiendo que será la última vez... pero de alguna forma eso nunca se cumple.
10. Ese sentimiento interno de Zen cuando estás tranquilamente cargando todos tus archivos después de un colapso del computador, gracias a que tenías una copia de seguridad en "la nube".
11. Del mismo modo, ese sentido de logro cuando se encuentra un buen uso para un pequeño dibujo que decidiste escanear en busca de "mantener un registro".
12. Cuando estás haciendo algo totalmente distinto a la arquitectura pero la inspiración de repente te golpea y simplemente tienes que dejar todo para dibujar sobre cualquier superficie plana.
13. Caminar por el estudio/oficina pidiendo a la gente que cierre los programas que no están usando porque sólo hay un número limitado de licencias de software disponibles.
14. Si estás teniendo una conversación con un no-arquitecto sobre arquitectura, puedes suponer que el no-arquitecto mencionará (solamente) a Frank Gehry, Frank Lloyd Wright o Zaha Hadid. Si tiene suerte, incluso podrías llegar a Mies van der Rohe.
15. Ese vergonzoso momento cuando algún profesional no vinculado al mundo del diseño utiliza un cliché como "menos es más"... como si comprendiera el contexto real de esa línea.
16. Irse a dormir después de una entrega masiva y no volver a la vida hasta después de por lo menos 12 horas.
17. Explicar cómo hacer algo en BIM lleva mucho más tiempo que hacerlo tu mismo, pero eres demasiado terco y lo explicas de todos modos con la esperanza de que un día no tendrás que explicarlo de nuevo.
18. Esa sensación de alegría cuando los críticos/clientes están inesperadamente entusiasmados con tu proyecto.
19. Por si acaso, cambiar el filo para cortar! Nada se siente mejor que tener 10 dedos intactos porque siempre trabajaste con filos nuevos y una regla metálica.
20. Cuando estás aprendiendo un nuevo software, e intentas un comando de un programa diferente y hace exactamente lo que quieres que haga.
21. La felicidad de descubrir un atajo para una tarea tediosa cuando estás viendo a alguien más trabajar.
22. El primer corte de un cuchillo X-acto sobre espuma... se siente como cortar mantequilla.
23. Tener que hacer las paces con la versión anterior de ti mismo que era demasiado vago y/o incompetente para documentar correctamente su experiencia profesional para una aplicación.
24. Cuando tu croquis de servilleta queda realmente bueno.
25a. Saber muy bien que los cambios de última hora rara vez le hacen bien a un proyecto, pero aún así seguir adelante y hacer un retoque final... y tu proyecto se desmorona.
25b. Saber muy bien que los cambios de última hora rara vez le hacen bien a un proyecto, pero aún así seguir adelante y hacer un retoque final... y tu proyecto nunca se había visto tan bien.
26. Y por último... esa sensación enormemente satisfactoria de salir del estudio a las 5 de la tarde de un viernes con un proyecto o una lista de tareas acabada.
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