- Área: 260 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Parham Taghioff
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Es inevitable que la tendencia innata del ser humano está enredada con el paisaje natural, la ubicación del proyecto es en Mosha, un sitio en las proximidades de la zona norte de Teherán, en los dominios de las montañas de Alborz.
La intensa topografía y la ubicación entre montañas con visitas turísticas a la llanura de Mosha nos inspiraron a crear una sensación de suspensión y vista panorámica hacia todos los espacios.
Nuestro objetivo de combinar la naturaleza con la vida humana nos ha llevado a tener una distribución vertical de las funciones con menor ocupación de tierras para la construcción y, por tanto, destinar una maoyr porción de tierra para el diseño del paisaje.
La forma adoptada para este proyecto es un volumen transversal orientado desde la propiedad hacia el llano de Mosha, por lo que la forma de tres cajas en voladizo, con una rotación específica entre sí, sale. En consecuencia se generan espacios adicionales mientras que el techo de cada nivel es la terraza de otro. La elevada pendiente del sitio proporciona el perfecto sentido de suspensión para cada caja. Las funciones se distribuyen desde la parte superior a un nivel inferior, respectivamente.
Para tener una vista infinita, los lados de las cajas frente a la llanura tienen ventanas de piso a techo con numerosas vistas panorámicas. Aquí, las ventanas tienen un rol más que ser sólo una abertura o elemento constructivo, son como una cortina transparente entre lo interior y lo exterior que llena los interiores con una vista natural.
Un eje cilíndrico inclinado está situado en el punto de intersección de las cajas que cubre la escalera y ha dado forma a un vacío que, debido a su posición, proporciona una vista oblicua entre los tres niveles y mejora las interacciones familiares.
El sentido de la naturaleza fluye dentro de los espacios, en todos los aspectos, con el uso de la madera como uno de los elementos naturales básicos en el edificio. Se puede ver en los pisos y muros de la sala de deportes y en las escaleras, cuando uno se mueve hacia arriba desde los niveles inferiores a los superiores. Para guardar la pureza de la construcción la forma se cubre con estuco blanco lo que hace que el volumen del edificio sea distintivo y brillante en el campo de la montaña.