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Arquitectos: Emil Osorio Schmied
- Área: 115 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Fernando Ruz
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Proveedores: VEKA, Acenor, Cordillera/Crest, Maderera Valdivia, Topwood
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta residencia ubicada en un bosque a diez minutos del centro de la ciudad, busca poner su propia condición en crisis. ¿Hasta qué punto puede un predio rural redefinir el encargo de habitación permanente para un usuario citadino? Los requerimientos incluyen tres dormitorios, dos baños, más una cocina, comedor y estar distribuidos en 115 m2. Además, se considera un escritorio de trabajo y una zona de lectura pensados como espacios comunes. Siguiendo la lógica de un emplazamiento en zona de alta densidad, se propone un volumen compacto de distribución funcional por niveles, potenciando vistas y luz del exterior en las zonas compartidas, particularmente.
Considerando lo empinado del predio, se concibe la vivienda con una entrada principal en altura. Además de la pendiente, el lugar tiene una apreciable vista a las colinas circundantes, en donde árboles nativos de hasta cuarenta metros de altura contribuyen a experimentar una sensación de vértigo, por la distancia entre las copas y el terreno inclinado que les sustenta. Al tomar nota de esto en referencia al suelo, el fundamento del proyecto propone la extensión del vértigo hacia el espacio doméstico, en cuanto vistas y registros sensoriales, incorporando la dimensión vertical al interior de la vivienda. La razón es mantener el lugar lo más inalterado posible, al traducir condiciones topográficas en operaciones arquitectónicas. Para esto, una mínima huella se situó sobre la pendiente, repitiéndose hasta completar tres niveles dentro del volumen propuesto.
Por afinidad con el paisaje, se realizan distintas operaciones arquitectónicas sobre el volumen, estableciendo una serie de nuevas orientaciones. Como se mencionó, la vivienda propone el acceso principal por el segundo piso, a través de un acceso cubierto en la esquina sur poniente, donde un puente peatonal conecta con la pendiente natural.
Además, las dos habitaciones del tercer piso se proyectan en voladizo hacia el poniente y el sur, respectivamente. Otras referencias, como texturas y colores presentes en el contexto, determinaron una combinación de materiales madera y zinc micro corrugado en fachada.
Al interior, la extensión del vértigo busca reforzar una percepción vertical. Desde el vestíbulo, una constante alusión al exterior complementa el dominio general del espacio doméstico, a través de una serie de aperturas y continuidades espaciales. En la zona de lectura, ubicada en el mismo nivel, un altillo provee de conexión visual con el nivel inferior y el paisaje cercano, mediante un espacio y ventanal de doble altura. La llegada de la caja escalera al tercer piso, comparte el espacio de la zona de trabajo, con vistas del bosque hacia el sur-poniente. Áreas comunes como la cocina, el comedor y el estar se organizaron como planta libre en el primer piso, desde donde también es posible percibir las alturas internas.