- Área: 11 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Bruno Giliberto
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Proveedores: Arauco, Divicen, Nuprotec
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto cuestiona los alcances y repercusión de una ampliación, la que en este caso se entiende como un dispositivo arquitectónico, que no solo resuelve una necesidad –taller para un estudiante de arquitectura– sino que lleva al extremo sus posibilidades de tipología –modificando la imagen de una vivienda de poco interés arquitectónico, interviniendo ya una ampliación existente; el techo de un dormitorio de servicio–.
El taller o lugar de trabajo para un estudiante, un desafío al modo de un encargo cliché de un curso universitario de taller de arquitectura, representa un desafío interesante; cómo desarrollar un proyecto poco complejo en su programa por medio de un dispositivo que permita hablar de otros temas; como sobre el lugar de trabajo, lugar de dormir, almacenaje de materiales, terraza para pasar ratos de trabajo y un aula de trabajo.
Las decisiones de diseño se restringen a la realización de un recinto que se entiende como una pizarra, como un interior que se puede rayar por completo, siendo todo el interior enchapado en melanina de pizarra, tanto los muros como las puertas de los muebles. Las decisiones constructivas se restringen a materiales y sus medidas estandarizadas de mercado.
La intervención de una vivienda en pleno funcionamiento durante la construcción del proyecto, llevó a utilizar el único techo plano existente, para evitar demoliciones y obras de desarme, como también para asegurar vistas interesantes de su alrededor. Se disponía solo de un mes de construcción, por lo que todas las decisiones fueron asociadas a operaciones constructivas secas acelerando considerablemente el proceso, además de trabajar con modulaciones de terciado estructural para optimizar la perdida de material y disminuir la cantidad de cortes en terreno. La estructura de piso es metálica y todo el resto en madera de pino seco cepillado en secciones y largos de comercialización estándar.
Entendemos la intervención como un dispositivo aparentemente banal y de poca complejidad programática, pero de interés en sus posibilidades de uso y actividades.