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Arquitectos: Takeru Shoji Architects
- Área: 92 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Murai Isamu
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En una región de fuertes nevadas en Nagaoka, Niigata, Japón, el sitio se encuentra en una zona semi-industrial, más específicamente, en un barrio residencial de entre fábricas y campos de arroz. Ha cercanías se encuentra el ferrocarril elevado para el tren bala Jōetsu, como también un ancho camino y un río para uso industrial que caracterizan el paisaje en una escala mayor. En contraste con el paisaje del gran sitio, la Casa GO-BANG! para los padres y un hijo es compacta.
En la planta baja, hay cuatro habitaciones: el dormitorio principal, walk-in-closet, sala de estilo japonés y una habitación libre, se ensamblan como un núcleo compacto de vida y estructuran el centro de la casa.
El núcleo está rodeado con piso de mortero, que tradicionalmente lleva el nombre de "Doma" en Japón. El doma toma un importante rol en la circulación y la extensión de su actividad. El doma se llena de motos, bicicletas, muebles y diversos bienen de encanto, haciendo buen uso de pistas de las paredes que penetran al interior y exterior bajo el alergo de la casa. Desde el núcleo hasta el espacio abierto en el sitio; desde el interior al exterior, se despliegan una variedad de pasa tiempos.
La cocina y sus sillas favoritas se encuentran en el ático del pequeño núcleo, como si el espacio de vida estuviera flotando sobre el espacio encapsulado por la pared exterior y el techo. El muro exterior obtiene una firme estabilidad al ser muro de carga, construido con alerce estructural de 24 mm de espesor. Por el otro lado, el techo exterior se apoya sobre tres grandes paredes suspendidas, construidas con una armadura de acero y madera contrachapada de alerce del mismo espesor que la pared exterior. Por lo tanto se logra una gran habitación con aberturas en las esquinas de la casa, sin pilares y emplazada en una región de fuertes nevadas de Nagaoka.
Desde los muros hasta el techo, el alerce contrachapado, cuidadosamente pulido y teñido de blanco actúa como acabado itnerior, por lo tanto, una adecuada difusión de la luz envuelve suavemente el espacio de vida. La rugosidad de la madera de alerce contrachapada es cruda para el interior en sentido de tacto, pero muy delicada para el exterior.
La conciencia de la continuidad espacial entre el interior y el exterior es resultado de la ambigüedad creada por la materialidad del contrachapado de alerce y el elaborado detalle para la aperturas. Nos podemos sentir como si nos estuviesemos relajando en una pergola en el jardín de la planta baja, por otro lado, como si viviéramos en un pequeño jardín flotante de primer piso. La misma sensación de amplitud y ambiente se crea en el centro de la zona industrial.