- Año: 2015
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este verano, los residentes y los grupos culturales en Skopje dieron la bienvenida a una estructura abierta, construida con la intención de la organización de eventos, charlas y reuniones a las orillas del río de la ciudad, el río Vardar. El espacio para eventos fue concebido y realizado por un grupo de arquitectos de la asociación TEN y la ONG local City Creative Network (CCN).
La intervención se sitúa en el borde de la orilla del río, cerca del centro de la ciudad, frente al Centro Cultural Skopje para Jóvenes y a la Academia de las Artes y Ciencias. Como parte de la infraestructura urbana, Nautilus ofrece una conexión peatonal desde el nivel de la calle superior a la orilla del agua, que actúa como un umbral entre la carretera y el espacio de recreo con una vía para bicicletas; la creación de nuevas posibilidades espaciales para facilitar y fomentar eventos culturales y encuentros en este sitio que anteriormente era subutilizado.
La intención de los autores de Nautilus no era participar como mediadores en el continuo desarrollo de la ciudad, mas en lugar de tratar de ver lo invisible; volver a animar una parte descuidada y pasada por alto en Skopje y dotarla, no con códigos y significados explícitos, sino más bien, con las posibilidades necesarias para que las personas puedan reunirse en un espacio público. En ese sentido, a diferencia de otras estructuras en la zona, Nautilus no transmite mensajes concretos: es una cuestión abierta. Por otra parte, la metodología del proyecto va más allá de la construcción, incluyó conversaciones con locales, equipos de producción, trabajadores y fabricantes locales e internacionales, grupos de estudiantes suizos y macedonios como también del fotografo suizo Joël Tettamanti, quien produjo una serie de fotografías de la ciudad junto con el proceso de construcción.
La estructura primaria de Nautilus, con un largo de 20 metros, se construyó sobre y alrededor del terraplén de piedra, pero no lo toca. Está construida enteramente de acero y revestida en lugares estratégicos con un textil tejido y pintado que fue desarrollado especialmente para el proyecto. El textil se utiliza como un marco para el sitio, una superficie de proyección y un delineador de diferentes espacios de transición dentro de la repetitiva y rígida estructura de acero. A la orilla del río se eleva seis metros por encima de la trayectoria de la bicicleta una pantalla en la que las imágenes pueden ser proyectadas; pero al lado del camino su altura sigue siendo modesta y poco impotente, invitando al descubrimiento y el habitar.
La estrecha escalera de madera dentro de la estructura primaria gestiona el cambio de nivel de cinco metros entre la calle y el río, actúa como el único tejido entre los cuatro distintos niveles de tierra a lo largo de un tramo de 200 metros con un muro de piedra que conforma el terraplén. La escalera pública está rodeada por un dosel que crea una serie de experiencias espaciales dentro de la estructura, ofrece vistas enmarcadas del río durante el ascenso y descenso, además de la protección del caluroso sol para los visitantes. El paso de la escalera puede actuar como un interior, de hecho, no existe una clara división entre el interior y exterior. El ancho de escalera varía desde los dos metros sobre el nivel de suelo inferior (lo suficientemente amplia como para sentarse) hasta los 20 centímetros en el nivel del techo (altura en que sólo animales pueden posarse).