A inicios de agosto les contamos sobre el proyecto que tenía Studio Roosegaarde, con sede en los Países Bajos (Holanda), para construir una torre conocida como Smog Free Tower, que permita purificar el aire de las ciudades y así disminuir su contaminación atmosférica.
La iniciativa se hizo conocida globalmente luego que la oficina lanzara una campaña de crowdfunding en Kickstarter para financiar la construcción de una torre. En poco más de un mes, se recaudó más del doble de la meta inicial, fijada en 50 mil euros, que hizo posible que hoy la primera torre ya esté funcionando en Rotterdam.
¿Cómo funciona la torre y cuáles son los primeros resultados? Conócela después del salto.
La idea nace de la premisa que tienen los diseñadores del estudio, quienes creen que “es raro que aceptemos la contaminación del aire como algo normal”, por lo que decidieron enfrentar esta problemática que cada día afecta a más ciudades del mundo y que solo en 2012 ocasionó la muerte de 7 millones de personas en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La torre tiene 7 metros de altura y funciona con una caldera de agua que por su techo recoge el aire contaminado, hasta 30 mil metros cúbicos, lo filtra en su interior y lo libera descontaminado por sus costados, haciendo que las personas que estén cerca puedan disfrutar del aire más limpio hasta en un 75% que condiciones normales, o sea lejos de la torre.
Las partículas del aire contaminado que entran a la estructura se transforman en polvo, el que posteriormente sirve para elaborar “anillos de smog”, los que serán vendidos por el estudio para seguir adelante con su meta de construir más torres.
Asimismo, los próximos planes para la torre es llevarla a ciudades mucho más contaminadas, tales como Beijing (China) y Bombay (India), las que durante los últimos años han vivido episodios críticos por su mala calidad del aire.
De hecho, en Beijing, la contaminación atmosférica supera hasta en 40 veces las normas, haciendo que investigadores de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai afirmaran en 2014 que “Beijing es casi inhabitable para los humanos”.
En el caso de Bombay, la situación no es muy distinta. Incluso, en el resto del país tampoco lo es, porque según un ranking de la OMS elaborado en 2013 arrojó que seis de las 10 ciudades más contaminadas del mundo están en India, tras analizar 1.600 ciudades de 91 países.