Después de la tormenta rara vez llega la calma, usualmente quedamos entre espacios devastados, pérdidas lamentables y mucho por hacer. Algunas veces, en cambio, la atención inmediata y bien pensada de algunos grupos puede reestructurar el momento, y convertirlo en un punto de renacimiento después de la catástrofe. Es el caso del municipio de Los Cabos, Baja California Sur, México, que después del paso del Huracán Odile en 2014 ha encontrado varias soluciones a lo que representó el golpe del fenómeno; una de ellas es la respuesta a la pérdida y daño de viviendas en la zona a través de la propuesta del despacho CAPA Lab en trabajo colaborativo con la comunidad.
Para conocer la propuesta continúa leyendo después del salto.
Inspirados en la concepción del patio como núcleo de construcción; por su carácter de espacio de convivencia, de zona de seguridad e incluso de herramienta térmica, CAPA Lab propone la Casa O, una casa permanente para los habitantes de Los Cabos que más lo necesitan. Proponen un esquema en el que el trabajo colaborativo para la construcción funcione como articulación entre los habitantes de la zona, la propuesta apuesta por el reconocimiento del contexto a través de la construcción, de los materiales y de los procesos de construcción, haciendo de este proyecto, una visión a futuro para los habitantes de Los Cabos.
Descripción de los arquitectos.
Memoria/Descripción del proyecto:
En Septiembre de 2014 El Huracán Odile tocó tierra en el municipio de Los Cabos, Baja California Sur en México, dejado graves destrozos y un gran número de personas damnificadas y sin hogar.
El proyecto para la Casa O nace como nuestra respuesta a la necesidad existente de proveer vivienda digna a los habitantes afectados en los estratos económicos más bajos del municipio, tratando de ofrecer las mejores soluciones arquitectónicas a quienes más lo necesitan.
El proyecto tiene su génesis en la idea del desarrollo de la vida en sociedad en torno a un núcleo verde, la misma idea que ha generado el patio andaluz y las ciudades (coloniales) latinoamericanas. El patio, elemento principal del proyecto, es una herramienta arquitectónica heredada de las culturas árabes a través de la colonización española que permite de manera muy económica (y sustentable) enfriar los espacios de habitación al mismo tiempo que genera un espacio íntimo, social y de encuentro dentro de la casa.
Desarrollar la vida alrededor de un núcleo verde y seguro.
El proyecto busca replantear radicalmente la vivienda social y muchas de las fórmulas que se dan por garantizadas en manuales de vivienda municipal e incluso en los campos profesionales y académicos arquitectónicos.
El patio andaluz puede considerarse un ejemplo más de espacio común en la arquitectura popular de toda la cuenca del Mediterráneo. En ellos, la fusión arquitectónica del mundo romano y musulmán han generado a través de los siglos una cultura particular de los patios, que es al mismo tiempo un elemento estético y funcional de la vivienda popular de los climas cálidos y secos.
Se tomó en cuenta que los lotes no sería uniformes ni consecuencia de una lotificación de tabula rasa, por el contrario, se trabajo considerando lotes residuales y/o dentro de la infraestructura ya existente de la ciudad, donde los usuarios finales fueran de antemano propietarios de la tierra.
Así también se tomaron en cuenta muchos aspectos sociales en el diseño de la propuesta, tales como: ingresos y actividad económica, dinámicas sociales, núcleos familiares “atípicos” donde se pueden encontrar gentes con capacidades diferentes, madres solteras, familias nucleares donde los hijos pasan la mayor parte del día solos ya que ambos padres trabajan, la escasa seguridad pública que existe en estas zonas de la ciudad, tejidos sociales fracturados, etc.
El núcleo del proyecto, verde y abierto, se vuelve el centro del hogar, el punto seguro de la casa en barrios donde la calle puede no brindar las mejores condiciones de seguridad para sus habitantes, el punto de encuentro dentro del hogar en una generación cada vez más digital, un recurso arquitectonico que regula y adapta el prototipo a diferentes tamaños de lotes, y finalmente pero no menos importante, este núcleo, este patio que traslada la tradición social ancestral de los mismos a el hogar, mantiene la sabiduría funcional del mismo, y así como los patios árabes lo han hecho durante siglos, el patio de la casa busca ayudar a regular y refrescar la temperatura de la casa.
El proyecto también trata de generar un sentimiento de comunidad mediante varias estrategias. La primera es no “regalar” las casas a los beneficiados, sino involucrarlos en el mismo proceso de construcción. Así también mediante esta simple premisa se logran estrategias sociales más profundas, una es la construcción de “comunidad” al ayudar unos beneficiados a otros en la construcción de sus casa, genera que se conozcan, y que tengan aprecio e interés por hacerlo lo mejor posible unos con otros. Y segundo, mediante la participación de esta comunidad de beneficiados en el proceso de construcción, se da a conocer a los mismos el sistema constructivo con tierra compactada, lo cual eventualmente y de una manera orgánica producirá réplicas anónimas por diferentes puntos de la ciudad, tratando así de contrarrestar el uso de block de cemento en la auto construcción de la ciudad.
El proyecto está planteado para ser construido en tierra compactada, un sistema que permite obtener fácilmente un excelente desempeño térmico en zonas áridas y considerando que estás serán casas que usualmente no contarán con sistemas de climatización artificial. Así también mediante un proceso de auto-construcción (el principal método de construcción popular en México y otros países emergentes) se busca además de generar cohesión social, mantener la casa en un costo de obra máximo de $10,000 dólares americanos.
El prototipo es un sistema abierto a la libre interpretación y adaptación por parte de sus habitantes, lo cual permite crear un modelo de vivienda flexible que pueda satisfacer tanto las necesidades propias de los usuarios finales como las de adaptación sustentable a su entorno, clima y territorio.
Acerca de CAPA Lab:
CAPA Lab es un colectivo de arquitectos, urbanistas, paisajistas, diseñadores, artistas, expertos en permacultura, biólogos, etc. con la misión de generar propuestas para el desarrollo urbano y territorial sustentable del área compuesta entre el municipio de Los Cabos y la ciudad de La Paz, en Baja California Sur, México.
// La Paz, Todos Santos, Cabo San Lucas, San Jose del Cabo y Cabo del Este. //
CAPA Lab emerge de la inquietud participativa de un grupo de profesionales independientes integrantes de la sociedad civil, y actúa como gestor de proyectos -proponiendo, participando y coordinando- con un enfoque en generar propuestas viables para el desarrollo sustentable de la zona con acciones estrechamente ligadas al territorio, el paisaje, el arte, la arquitectura, la cultura propia del lugar así como su sociedad.
CAPA Lab es encabezado por los arquitectos: M.Arq. Gonzalo Elizarraras y el M.Arq. Mariano Arias-Diez.
Datos del Proyecto:
Proyecto: Casa O
Ubicación: Baja California Sur, México
Año: 2014-2015
Proyecto arquitectónico: CAPA Lab
Arquitectos: M. Arq. Mariano Arias-Diez y M. Arq. Gonzalo Elizarrarás
Colaboradores: Arq. Carlos Espino, Cristina Granados, Marco Antonio Rico y Eduardo Manríquez
Ingeniería Estructural: Ing. Enrique García Leyva / EG Ingenieria Civil
Paisajísmo: Daniel Dixon / Los Cabos Landscaping
Cliente: Cabo Hurricane Fund