Publicado recientemente por El País Semanal, el arquitecto burkinés Francis Kéré conversa con la periodista e historiadora Anatxu Zabalbeascoa en una entrevista donde aborda tópicos como el rol de la arquitectura humanitaria y su transición de ser "el primer niño que aprendió a leer en su pueblo de Burkina Faso" hasta día de hoy, convertido en un símbolo africano en la construcción de una arquitectura social, sensible y consciente de la escasez de recursos y mano de obra calificada.
"Mi origen me ha dado oportunidades. He podido demostrar lo que se podía hacer con un presupuesto muy limitado. Y eso es un buen principio", explica Keré.
Sigue leyendo después del salto.
Con una historia novelesca desde su niñez en África como "primogénito del jefe de un poblado" hasta su adaptación en Berlín -ciudad donde se emplaza su oficina-, Keré no parece cambiar sus principios, desde su primer proyecto: una escuela para su propio poblado.
A continuación, rescatamos algunas reflexiones de Keré:
"Cuando uno hace una arquitectura fuera de las leyes del mercado debe hacerlo todo: desde recaudar el dinero hasta formar a los obreros. Ese trabajo es extenuante. Pero permite reinventar las reglas del juego".
Sobre arquitectura humanitaria:
"La llamada arquitectura humanitaria responde a necesidades puntuales, como un terremoto, pero en África responde a los derechos fundamentales: el derecho de tener una casa, de poder construirla, de poder dormir bajo techo y comenzar una vida. No hace falta esperar a que llegue un terremoto".
Su manera de entender la arquitectura:
"Pasa por ensuciarse las manos y por empujar todos juntos. No puede ser de otra forma, para que la enseñanza sea creíble primero hay que demostrar las cosas".
Lee la entrevista completa publicada en El País Semanal aquí.
Parque Nacional de Malí / Kere Architecture
Centro de Arquitectura de la Tierra / Kere Architecture
Tragaluces de barro: iluminación natural a partir de la reutilización de materiales