La definición de Infante 1415, puede leerse en la primera publicación de su recientemente creada Fan Page en Facebook: "Centro de Creación abierto a la ciudadanía impulsado por la Municipalidad de Providencia, destinado a favorecer la innovación y la creatividad desde el trabajo colaborativo y la participación".
Infante 1415, es un nuevo caso de recuperación de espacios industriales que desde sus vestigios, y gracias al valor que la comunidad entrega a las antiguas estructuras que relatan la historia de su entorno urbano, han sido recuperados y convertidos en espacios dedicados a la cultura y la creación colectiva. De esta forma, la fábrica textil ubicada en la calle José Manuel Infante, hoy abre sus puertas a la comunidad presentando un nuevo programa que dotará de espacios para la participación ciudadana y la promoción del desarrollo productivo con foco en la creatividad, la cultura y las artes.
La primera fase ya está en pie y consiste en una de las plantas de la fábrica que se encuentra hoy habitada por muebles diseñados por Grupo TOMA y Nido Textil, quienes usaron en su construcción materiales provenientes del pasado de la Hilandería Sermini. A futuro se contempla la apertura del "Castillito de los Jesuitas", la habilitación de los siguientes pisos de la estructura industrial y su patio. Todo esto, con la ayuda de los vecinos de Providencia quienes deberán convertirse en los los protagonistas de la construcción de este nuevo espacio colaborativo.
Quisimos conocer un poco más de la historia de este lugar y el origen del proyecto, que a diferencia de otras iniciativas similares, esta vez proviene de un interés y trabajo municipal. En el relato de esta historia nos ayudó Nicolás Valenzuela, arquitecto urbanista y una de las cabezas del proyecto, quien hasta hace pocos días ocupó el cargo de Secretario de Planificación en la Municipalidad de Providencia. A continuación las claves que nos ayudan a entender cómo surge Infante 1415.
Durante el mes de julio de 2014 se inició un rumor en redes sociales respecto a la supuesta demolición del “Castillito de Los Jesuitas”, una antigua y enigmática edificación ubicada en la esquina de la calle Infante con Los Jesuitas. El rumor provenía de quienes frecuentan el emblemático bar Rapa Nui, ubicado en la misma esquina. A pesar de su abandono, el edificio de estilo ecléctico - ubicado en el corazón del barrio Santa Isabel - es parte de la identidad del sector, así como lugares que han ido consolidándose en las cercanías, como el café Palermo y la galería Die Ecke.
La polémica en redes sociales se desató justo cuando en el concejo municipal de Providencia se llevaba a cabo el proceso de modificación al Plan Regulador Comunal (PRC) que incluía la reducción de alturas permitidas en el barrio y la declaratoria de Inmueble de Conservación Histórica del Castillito, entre otras cosas.
El rumor de su demolición se vio con los días acompañado de un supuesto trato para que un conocido gestor inmobiliario comprara el paño completo que abarca 3.000 metros cuadrados desde la calle Los Jesuitas hasta Santa Isabel. El objetivo de la transacción: generar un centro de viviendas y oficinas, demoliendo la edificación existente.
Entendiendo que la regulación de la edificación constituye sólo un aspecto de la definición del futuro del barrio, y que lo que estaba en juego era el tipo de inversión a realizar en el lugar, el municipio tomó contacto con la sucesión Sermini, los dueños del terreno, para buscar que éste pasara a manos municipales. El proceso de negociación con los propietarios y el concejo municipal fue exitoso, aprobándose en diciembre de 2014 la compra. Con la modificación al PRC también aprobada unánimemente en el concejo, comenzaba una nueva historia para el proyecto Infante 1415: sin el miedo a que se demoliera el pasado, ahora correspondía imaginar el futuro.
Más allá de su carácter patrimonial, dicen desde la Municipalidad que la principal razón que los motivó para dar prioridad a la inversión en los terrenos de la familia Sermini fue su ubicación estratégica, por dos aspectos principales: estar inmediatamente al lado de servicios municipales como el Consultorio Hernán Alessandri y la piscina municipal, y ubicarse en el corazón de un barrio que enfrenta potentes procesos de cambio.
Son miles los vecinos que concurren todos los días a los distintos servicios ubicados de manera inmediatamente contigua a los nuevos terrenos. El consultorio sirve a todo el sector poniente de la comuna, así como a parte de Ñuñoa y Santiago. Su uso intenso es un ejemplo de las necesidades sociales de barrios que consideran que han sido dejados de lado en lo que respecta a la visión del desarrollo de la comuna. En el Centro Deportivo está el gimnasio Santa Isabel con la conocida piscina temperada municipal. A todo lo anterior hay que añadir el Centro Integral del Adulto Mayor, que recibe a más de 1.000 vecinos semanalmente, y posee una comunidad empoderada.
El planteamiento de la Municipalidad es que lo nuevo se sume a lo existente para conformar un verdadero centro cívico-creativo en los que estos distintos públicos convivan y colaboren. El Centro de Creación Infante 1415 ocupará el 60% del terreno nuevo, y el 40% restante, correspondiente al sector sur que da hacia Santa Isabel, alojará un nuevo consultorio. Para esto último el gobierno local postuló al Fondo de Desarrollo de Ciudades de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, de manera de financiar una inversión que costará 4.000 millones de pesos. La estrategia para el Centro de Creación se basa en la re-utilización de la infraestructura existente y la co-creación junto a la ciudadanía, tanto en lo que respecta a la definición de las intervenciones físicas, como al tipo de actividades que la municipalidad gestionará en el lugar.
El Centro utilizará distintos espacios existentes: el castillito y su entorno, la fábrica de ladrillo de tres pisos donde alguna vez funcionó la empresa Bazuca, y el patio ubicado al sur de ésta. Las edificaciones son un reflejo del antiguo patrimonio industrial del Barrio Santa Isabel, desarrollado a principios del siglo XX en torno al ferrocarril de circunvalación de Santiago. Otros lugares emblemáticos del barrio, como la Sombrerería Girardi, son exponentes más conocidos de esa herencia productiva. El complejo de Infante 1415, construido por la familia Sermini para residir en el castillito, pero también producir y comercializar sus telas, normalmente no aparece cuando se habla del origen del sector. Por ello, una de las propuestas, nacida de la Dirección de Barrios y Patrimonio del municipio - entidad creada por Josefa Errázuriz -, es rescatar toda esta historia industrial a través de un museo de barrio.
La oferta de servicios de Infante 1415 buscará integrar la promoción del bienestar y la calidad de vida, la entrega de espacios para la participación ciudadana, el apoyo al desarrollo productivo con foco en la creatividad, y el fomento de la cultura y las artes. Para ello, el equipo municipal ha puesto énfasis en que el lugar no contará con una inauguración sino que una “apertura de puertas”, porque no se trata de entregar un producto terminado sino invitar a los vecinos a involucrarse en su producción. Lo que seguirán serán “escuchas creativas”, actividades orientadas a definir junto a distintos grupos de vecinos el futuro del lugar. Con esta forma de trabajo, el municipio busca aplicar lo aprendido de experiencias exitosas provenientes del mundo privado, como la Factoría Italia, Mil M2 y el desaparecido restaurant La Jardín. Esto quiere decir, abrir tempranamente espacios y centrarse en la realización de prototipos como forma de activar y definir su modelo de gestión.
Infante 1415 no será la primera experiencia pública de recuperación de patrimonio industrial: la reconversión de estos espacios es un fenómeno recurrente en distintas ciudades del mundo, y también en Santiago. Sin embargo, lo novedoso, dicen desde la Municipalidad, tiene que ver con su modelo de gestión, con la historia detrás del equipo que se ha involucrado en el proyecto, y con algunas apuestas que tempranamente se están haciendo hacia el mundo emergente de las industrias creativas en Providencia.
Parte de la justificación que ha dado la Municipalidad para el foco que tendrá el Centro de Creación es la constatación de una alta concentración de empresas y profesionales que son parte de las denominadas industrias creativas. Existe en la comuna un universo de al menos 6.000 empresas y en torno a los 15.000 trabajadores ligados específicamente a las industrias creativas. En la Municipalidad ven aquí una posibilidad para un nuevo modelo de desarrollo local, que fomente la creación y la colaboración en la comuna, en barrios considerados patrimoniales, sin necesidad de destruirlos.
Este foco se ha puesto de manifiesto en la incorporación de Denise Elphick, cineasta responsable de la gestión de otros proyectos emblemáticos de recuperación de patrimonio como Factoría Italia, Mil M2 y Juegos Diana, como coordinadora del proyecto Infante 1415. Su asesoría inicial incluyó el análisis de experiencias similares realizadas en otras ciudades del mundo, y la propuesta de un enfoque innovador para el modelo de gestión de la nueva propiedad municipal.
El referente que más les captó su atención fue el proyecto SESC Pompeia, realizado por la arquitecta Lina Bo Bardi en Sao Paulo, Brasil. En él se recuperó infraestructura industrial para entregar un centro social a la comunidad, donde conviven espacios deportivos con servicios de salud y eventos de arte de vanguardia. El espíritu y los resultados de la mezcla de públicos ha inspirado las ideas detrás de Infante 1415.
El potencial de la infraestructura existente, especialmente el CIAM y el consultorio, es visto como una posibilidad interesante de lograr una integración inédita de grupos e intereses, en la línea del SESC Pompeia. El gesto hacia las industrias creativas, y los jóvenes que las encabezan, deberá complementarse con su integración con los grupos más tradicionales de vecinos: más que un problema, el equipo municipal ve esto como la principal oportunidad e innovación del proyecto.
El foco que mezcla apuestas por el reciclaje patrimonial, las industrias creativas, la integración y nuevas formas de participación, se ve reflejado en algunas apuestas iniciales. En primer lugar, se abrió primero el lugar más “neutro” y adaptable a todas las ideas que quieran realizarse en el lugar: las primeras intervenciones físicas buscaron potenciar el carácter de “planta libre” del primer piso de la fábrica de ladrillo. De esta manera, se tendrá flexibilidad para acoger la participación ciudadana. En segundo lugar, la Municipalidad contrató a Grupo TOMA, quienes son parte del tejido emergente que participó de Mil M2 y Juegos Diana, para realizar mobiliario de la primera planta en un inédito reciclaje con los desechos encontrados en el lugar. A ellos se sumó Nido Textil para colaborar desde el diseño, lo que configura una apuesta temprana por talentos jóvenes y fomento de la actividad creativa a través de la implementación del propio proyecto. Finalmente, una de las novedades será la pronta apertura, durante el verano próximo, de un espacio para radios comunitarias dentro de la primera planta que abre sus puertas hoy.
La propuesta que se plantea en Infante 1415, basada en la activación de la propia comunidad, pondrá a prueba qué tan lejos puede llegar un espacio con estas características y con este enfoque.