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Arquitectos: Vázquez Consuegra
- Área: 22080 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Duccio Malagamba
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Palacio de San Telmo, extramuros de la ciudad histórica e integrado en el paisaje del río Guadalquivir, constituye uno de los edificios civiles más sobresalientes de la arquitectura barroca española. Construido entre 1682 y 1796 para Colegio-Seminario de la Universidad de Mareantes fue transformado en la segunda mitad del siglo XIX en residencia de los duques de Montpensier.
Cedido a la Iglesia para su utilización como Seminario Metropolitano, ha venido funcionando hasta los años finales del siglo XX. Este periodo ha sido considerado el más lesivo para la herencia de San Telmo, ya que supuso no solo su demolición interior sino la transformación de su configuración formal y tipológica. En 1989 fue adquirido por la Junta de Andalucía para sede de su Presidencia.
La propuesta plantea una intervención que, por primera vez en su historia, afecta a la totalidad del edificio. Se tratará, por tanto, de un proceso complejo en el que se suman y superponen acciones de restauración, rehabilitación, reconstrucción y nueva edificación. De ahí la conveniencia de definir como recuperación al conjunto de operaciones proyectadas en el edificio.
Una propuesta basada en la voluntad de formular una arquitectura no impositiva sino, por el contrario, de una arquitectura al servicio del edificio. Una arquitectura que se corresponde con aquella otra tradición de la modernidad que no implica discontinuidad o ruptura (ni por supuesto mimetismo historicista), en la que se produce una cierta interacción entre los lenguajes innovativos de la modernidad y aquellos otros consolidados de la historia, de manera que entran en resonancia y devienen lenguajes complementarios, procurando, en definitiva, una continuidad física e histórica.
Esta intervención propone recuperar, en la disposición no simétrica de sus patios, la memoria histórica del edificio, al establecer relaciones de analogía con el núcleo fundacional del viejo edificio, aquel que se construyese en los últimos años del siglo XVII, en el que un conjunto de diminutos y erráticos patios conferían una escala más doméstica al ala Sur, en relación a sus espacios más solemnes, que se alinearían más tarde a lo largo de su eje transversal.
La presencia del gran vacío central, en lo que antaño fueron los jardines de San Telmo, nos sugiere la idea de concebir la intervención como jardines dentro de un mismo jardín. El conjunto de operaciones se estructura proponiendo distintos recintos, lugares de estancia, organizados desde un elemento arquitectónico central formado por las albercas y estos recintos, ligeramente rehundidos, que evocan la tradición hispano-musulmana.
Grandes masas de vegetación se entrelazan creando un ambiente de jardín paradisiaco, semi asilvestrado, donde frutos, flores, colores, olores y texturas asumen el mayor protagonismo.