El concurso anual Sukkahville Design Competition en Toronto, reta a los participantes a re-imaginar y reinventar el sukkah, una estructura que los organizadores del concurso describen como "refugio salvaje simbólico, simboliza la fragilidad y la fugacidad de la vida", tradicionalmente construidos durante el festival judío de Sukkot para conmemorar los 40 años que los judíos vagaron en el desierto. Para la competición de 2014, los graduados de la universidad de New Jersey: Michael Signorile y Edward Perez, crearon "Reflect.Reveal.Rebirth", una estructura que genera un espacio para la contemplación transitoria mediante la utilización de una piel biodegradable.
Signorile y Pérez describen el propósito de un sukkah como "un espacio transitorio, donde uno va a trascender su capacidad espiritual. Un sukkah es una estructura atemporal, responde a las necesidades del usuario". Con estos principios en mente, el dúo propone un sukkah que conecta a sus usuarios con la naturaleza, tanto a través de su inspiración natural en una forma 'floral' que se estrecha para proporcionar a los visitantes con una vista del cielo, pero fundamentalmente a través del revestimiento de la estructura, hecho con una espuma a base de maíz que se disuelve cuando entra en contacto con el agua.
Este elemento de diseño crea una tensión entre el exterior temporal de la estructura y sus sólidas costillas estructurales permanentes, añadiendo una dimensión más a la supuesta transitoriedad del espacio. En palabras de los diseñadores, aunque le corresponde al usuario desmantelar su sukkah por completo, la apariencia externa "permite la naturaleza decida cuándo el sukkah necesita una limpieza de la paleta", los usuarios tienen que reemplazar el revestimiento de espuma después de que se desintegra con la lluvia.
La forma del sukkah fue creado y refinado utilizando los programas Grasshopper y Rhinoceros, con el fin de crear una cubierta más eficiente en relación a la estructura y reducir los costos de material. Las costillas estructurales se cortaron utilizando un CNC Miller de forma que se pueden apliar juntas.
Intercalado entre capas de espuma, hojas y hierbas se modera la translucidez de la espuma, proporcionando un patrón vetado en el interior y agregando a la conexión con la naturaleza mediante la extensión y curvatura de los bordes de los paneles. Con el fin de proporcionar una unión perfecta entre las capas de la espuma de maíz, los diseñadores utilizan cantidades precisas de agua para disolver parcialmente la espuma, creando un efecto adhesivo que sirve para mantener la piel en su lugar.
"Este proyecto crea un diálogo entre la arquitectura de las instalaciones y la permanencia que estas pueden tener", explican Signorile y Pérez. "Mediante el uso de un material como la espuma de maíz biodegradable, la gente puede comprender las implicaciones de utilizar materiales sustentables y donde estos van en su segunda vida".