- Área: 191 m²
- Año: 2014
-
Fotografías:George Meitner
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Las torres, estos imponentes prismas, altos y estrechos, son la expresión más terca y absoluta del edificio Mani. En las afueras de los asentamientos, las torres fueron levantadas para defender o ampliar la propiedad. Sirvieron para controlar, excluir o expulsar a los rivales, pero también para transferir la presión del asentamiento principal a nuevos territorios.
Tainaron Blue Retreat es una muestra representativa de la construcción tradicional del Sur. La torre - ahora transformada en una pequeña casa de huéspedes - se enfrenta a una construcción similar, que también había sido un fuerte. Ambas, controlaban la carretera de la zona alrededor de Tainaron. La torre de guerra está construida sobre una base sólida de rocas conocidas como "rizomies", en un lugar estratégico que ofrece una impresionante vista del mar y al interior del país.
La restauración del edificio tradicional resuelve cuestiones de forma en relación con la vieja textura de la obra, por lo que el aspecto final de la torre da la impresión de un edificio que se desprende de la roca, sobre la que se funda. El rejuntado interno y externo se hizo con "kourasani" real o mortero romano (una combinación de suelo Theraic, polvo de cerámica, cal y un tono especial de arena de río) y la cantidad mínima de cemento, lo que mejora la adecuación estática de la mampostería y asegura durabilidad.
La conversión de la torre en una casa de huéspedes tuvo que superar considerables dificultades. La razón fue la necesidad de un alto grado de adaptación a las características específicas de la arquitectura regional y al mismo tiempo la demanda de alojamiento en habitaciones con una estética moderna. Los cuatro pisos, con sus espacios interiores relativamente limitados forman los tres dormitorios con baño y cocina compartida, espacio para desayunos y recepción. Estos se organizan a lo largo de un eje vertical, permitiendo a los huéspedes la experiencia única de pasar a través de aberturas estrechas ("cascadas") , escaleras o rocas que sobresalen de las paredes y arcos de madera.
Como la formación de los espacios exteriores tenía que garantizar una interferencia mínima, la suma de una superficie de agua adaptada al entorno específico y respetado la topografía del paisaje, resulta en un conjunto de edificios y espacios con intensidad y carácter uniforme.