- Área: 185 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Gustavo Frittegotto
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La obra está situada en la Pampa argentina, territorio plano, en una ciudad donde el orden y la uniformidad del damero en que se planificaron es desbaratado por la diversidad de lo construido.
La casa aborda la reforma y ampliación de una vivienda prefabricada, de tipo californiana, con techo a 2 aguas y entre medianeras. Las tres premisas fueron:
a_ Aprovechar parte de lo existente
b_ Conservar la distribución y recorridos (criterio funcional)
c_ El techo inclinado (criterio formal).
El proyecto surge a partir de conservar la huella de la casa, reemplazar los débiles muros, por otros capaces de soportar una segunda planta que surge a partir de estirar hacia arriba la cubierta a 2 aguas, generando un espacio habitable, de usos flexibles o múltiples e integrado a la vivienda.
El resultado formal de esta operación es la casa arquetipo. Un volumen abstracto con forma de rectángulo vertical cuya mitad superior se corta en 2 planos inclinados. El volumen se libera de las medianeras y para remarcar su geometría se adelanta llevando la línea de fachada hacia la acera y recediendo los muros laterales, que cierran las medianeras y toman la altura de los vecinos.
La casa se construye en un entorno de casas bajas. La segunda planta origina un pico en la fachada urbana y por su altura y geometría contrasta con el contexto.
Este contraste también se repite en la misma obra. Mientras el exterior se percibe con un carácter rugoso por las imperfecciones del hormigón y del ladrillo visto, el interior se percibe liso materializado con líneas puras y refinadas del yeso pintado de blanco y la calidez de la madera.
La planta baja se resuelve conservando el programa, los recorridos, ingresos y relaciones de espacios, de manera similar a la vivienda original de forma que quienes la re-habiten reconozcan su hogar, haciendo solo pequeños cambios para redistribuir mejor la superficie y buscar que cada ambiente cuente con ventilación y luz natural.
La planta alta es más libre, sin divisiones e integrada a la planta baja a través de una doble altura en la que confluyen la escalera y un puente para salir a la terraza.
Los muros exteriores se ejecutan de gran espesor, por lo que dan profundidad y acentúan los huecos de las aberturas y a la vez se generan nichos para colocar armarios empotrados. Las ventanas que perforan el volumen, son de matriz cuadrada, y en cuyo espesor una persona pueda sentarse a leer, tomar mates, o mirar fuera. Son un elemento claro y contundente.
El diseño de la vivienda surge del deseo de dar respuestas a las condicionantes que planteaba el encargo, y las decisiones tanto formales como funcionales se han tomado para responder a dichas consignas. La casa siempre contrastará con su contexto, pero sus habitantes seguirán reconociéndola a cada paso.