- Área: 326 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Alejandro Arango
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Proveedores: Corona, Adoquinar, Argos, Cubiertek, Pintuco, Serye
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Pueblo Bello es una población del Uraba antioqueño, habitada por aproximadamente 2000 personas, y que a partir de 1990 y durante casi veinte años sufrió los peores efectos de la violencia paramilitar y guerrillera. Las desapariciones forzosas, masacres, quemas de edificios y de personas, y el desplazamiento de la población eran habituales, en este oscuro panorama destaca la desaparición de “los 43”, la desaparición forzosa más grande de la historia de Colombia y por la cual la nación fue sancionada por la Corte Interamericana de derechos humanos.
Como parte de las medidas de reparación colectiva de victimas con las que se busca pasar la página de la violencia, la comunidad de Pueblo Bello definió la necesidad de tener una edificación que sirviera para recuperar y fortalecer la vida comunitaria del corregimiento y a la vez para honrar la memoria de las aproximadamente 500 víctimas que dejo la violencia.
Esta edificación se materializo en el 2014 albergando un programa arquitectónico formulado directamente por la comunidad de acuerdo con sus deseos y necesidades. El diseño partirá del reconocimiento al lugar y sus habitantes, de su historia, sus necesidades, su forma de habitar y su proyección a futuro.
El recorrido del edificio inicia en una gran rampa, acceso principal a un edificio elevado del suelo, lo que protege a la construcción de las crecidas del rio Mulatos, y cuyas dimensiones le permiten ser también un teatro al aire libre. La gran rampa conduce, acompañada por un muro diagonal de 8 mt de altura, a la Casa de la Memoria, espacio cargado de símbolos que rinden homenaje a las víctimas de la violencia: manejo de la luz, cambio en el material del suelo como símbolo de no pertenecer a un lugar, muro diagonal como referencia a la irrupción de la violencia, el paso por la “Casa de la Memoria” es obligado para llegar al resto del edificio, ya que no puede existe el porvenir desconociendo el pasado.
Al salir de este primer espacio el visitante se encontrara con el primero de los dos patios que tiene el edificio, un jardín Interior que contiene un árbol como señal de renacimiento de la comunidad y que está vinculado directamente al aula abierta, plaza semicubierta que reconoce las formas de habitar de una región donde los espacios sociales de la vivienda se desarrollan en espacios que están a la vez adentro y afuera; esta “aula abierta” se une a través del segundo patio a la “casa del futuro”, aula múltiple para la formación y cuyo cerramiento está conformado por persianas de madera, que permiten la entrada de los vientos a la vez que controlan la luz; finalmente en la zona más privada del edificio se encuentran las áreas de apoyo: baños, cuartos técnicos, administración y bodegas.