La semana pasada, la construcción del nuevo rascacielos de 426 metros de altura de Rafael Viñoly en Manhattan, se detuvo por la caída de una tubería de acero de 2.4 metros de largo desde un montacarga que trabajaba en el piso 81. La orden fue emitida por el Department of Buildings de Nueva York.
Nadie resultó herido, aunque el tubo aterrizó al otro lado de la calle, frente a un edificio ocupado. La orden de suspensión de trabajo en el edificio fue levantada después de unos días, luego de la inspección de los montacargas que se utilizan en la obra.
Sin embargo, el incidente ha encendido nuevamente la polémica en torno al negocio inmobiliario que motiva su construcción, recordando el debate sobre las sombras que están proyectando estos altos edificios en Central Park. Revisa algunas de las declaraciones emitidas por Andy Crush en el blog Justice de Gawker.com en su artículo "Torre para multimillonarios en Manhattan llueve escombros sobre una ciudad desprevenida".