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Arquitectos: emmanuelle moureaux architecture + design
- Área: 588 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Daisuke Shima / Nacasa & Partners
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El banco Sugamo Shinkin es una cooperativa de crédito que se esfuerza por ofrecer hospitalidad de primera clase a sus clientes de acuerdo con su lema: "tenemos el placer de servir a clientes felices". La sucursal Nakaaoki es la sucursal donde Emmanuelle ha sido encargado de manejar el diseño arquitectónico y de interiores. La solicitud común para todas las sucursales es crear un banco donde la gente desee quedarse más tiempo y, naturalmente, se quieran volver de nuevo. La sucursal Nakaaoki se encuentra en la esquina de una intersección principal, donde hay un movimiento frecuente de coches, autobuses, bicicletas y personas. Tomando este lugar único como característica, la fachada está diseñada para ser rítmica, cambiando de expresión dependiendo del punto de vista desde diferentes ángulos.
Los colores aparecen dentro y fuera de la repetición rítmica de cubos, bailando como notas musicales tocando una melodía de arco iris. La fachada se compone de cubos de cuatro profundidades diferentes. Los colores se aplican en la parte frontal o lateral de estos cubos, de modo que los colores aparecen, desaparecen o se superponen mientras va cambiando la dirección de la vista. Jardines elevados pequeñas se construyen dentro de 12 cubos, donde los cambios estacionales en la naturaleza se expresan por las flores de temporada como la caléndula, lavanda y árboles que crecen como el olivo. Los jardines se pueden ver desde el espacio abierto en el primer piso, y desde la sección de financiación y la cafetería en la segunda planta. La luz del sol se filtra a través del follaje de jardines elevados en la fachada orientada al sur, proporcionando un ambiente armonioso y cálido en el interior del banco. Los acabados interiores se son más silenciosos en comparación con el movimiento rítmico de la fachada.
Los colores, las flores y los árboles aparecen dentro y fuera de la repetición de los cubos flotantes, jugando en una melodía de arco iris. La melodía extiende felicidad y comodidad a los visitantes y a las personas de la comunidad local.
Las características del lugar y la interpretación de Emmanuelle se han fusionado para producir la sucursal Nakaaoki. Ella desea que el nuevo banco traiga felicidad y risa a muchas personas, al igual que las otras cuatro sucursales que ha diseñado.
