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Arquitectos: Correia/Ragazzi Arquitectos
- Área: 110 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Luís Ferreira Alves
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Nos enfrentamos a un reto ambicioso: transformar un espacio interior, profundo, sin características espaciales interesantes particulares y con claros daños causados por filtraciones; en un salón de belleza que debía ser brillante, contemporáneo y con una forma verdaderamente distintiva a los espacios habituales de peluquería; la cliente incluso necesitaba destinar un espacio para ser provisto como una sala de estar, única y acogedora.
Teniendo esto en mente y un espacio de planta libre para empezar, hemos creado los compartimentos necesarios, utilizando particiones de yeso cartón o paneles de madera en tonos claros, procurando un material cálido. También hemos recurrido a la utilización de espejos, no sólo por las razones obvias asociadas con la función de un espacio de esta naturaleza, sino como promotores de una mayor luminosidad y amplitud, dado que las áreas no son tan espaciosas. Hemos optado por una solución clara y simple, la intensificación del particular interés en la calidad y configuración espacial, también impulsada por los materiales propuestos y la iluminación artificial que busca poner de relieve la falta de luz natural, así como la inusual elección del piso, que unifica el espacio y le da textura. Es el juego de alturas de cielo lo que distingue los diferentes espacios.
El acceso a la peluquería se ubica en la parte delantera de la tienda, con un área reducida para recibir a los clientes, por lo tanto, sólo tiene un mesón, un estante para el material administrativo y un armario para los abrigos y las pertenencias de los clientes. Desde ahí el cliente es trasladado a través de un pasillo con un cielo bajo definido por una pared de espejos y, en el lado opuesto, paneles de madera que ocultan las zonas de mayor privacidad, tales como el baño y la sala de tratamientos, que incluye una ducha. Al final del pasillo se encuentra el área de manicura / pedicura definida por la introducción del único elemento independiente, una pantalla de papel translúcido que funciona como una lámpara gigante.
El área artística se define por la larga unidad suspendida a lo largo de la pared de espejos y sillas tapizadas con patas de madera, que convocan el espacio doméstico. La zona más reservada es para el lavado, al fondo del recinto, definida por su equipo técnico y dos armarios laterales más uno más bajo en la parte posterior, con un panel de vidrio sobre él para recibir la luz cenital natural.
Fue definida una segunda área privada, lo que permite un acceso de servicio con un área de descanso y un vestidor.