- Área: 280 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Luis Ferreira Alves
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Proveedores: panoramah!®
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El entorno del sitio se caracterizan por aspectos residenciales consolidados de densidad media a pesar de estar tan cerca de la Avenida Boavista.
La casa para reconstruir, con tres frentes, tiene la intención de establecer o restablecer una relación volumétrica clara con las viviendas colindantes, aunque, al mismo tiempo, con un grado de autonomía formal y relación con el terreno. Originalmente esta casa establece una relación con una casa gemela situada en la parcela hacia el norte, que desapareció cuando fue sometido a una intervención similar. En la actualidad se pretende volver a establecer una relación,
aunque de naturaleza completamente diferente - en contraste y continuidad. En contraste con el volumen, destinado a ser mucho menor y estableciendo una referencia directa a la casa adosada con restos de pared del lote sur, con sólo dos plantas, una de las cuales está medio enterrada; por la continuidad a través de la planta baja y los materiales que lo caracterizan.
En la perspectiva leída desde el nivel de la calle (de norte a sur) se pone de manifiesto esta continuidad con respecto al nivel inferior, así como el volumen de construcción en armonía con la casa hacia el sur, proporcionando un excelente marco del conjunto.
La decisión de que se garantizará la autonomía formal es su despliegue como una casa-patio, permitiendo grandes áreas de descanso en la planta baja y las relaciones íntimas entre ellos, los espacios exteriores de la casa y el interior del bloque.
Las elevaciones del este y oeste son, en el nivel superior, totalmente ciegas y definidas por las texturas acristaladas de los paneles de azulejos, característicos de la ciudad de Oporto. La elevación ciega al oeste se justifica por no violar las parcelas vecinas, así como impedir la lectura de este nivel superior extremadamente no caracterizado.
El uso de baldosas, le dan una nueva vida a la tradición portuguesa, que proviene de la intención de explorar sus posibilidades formales y plásticas en lugar de hacer sólo posible sus variaciones cromáticas. El mosaico tiene también la ventaja de ser un material de acabado que requiere básicamente ningún mantenimiento, pudiendo utilizarlo en cualquier sistema constructivo y es eterno. Estamos interesados en sus cualidades naturales, sus colores, texturas y capacidad para ser trabajado en función de los diferentes puntos de vista, como una entidad diferente.