- Área: 50 m²
- Año: 2014
-
Fotografías:Moritz Bernoully
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El estudio de arquitectura Zeller & Moye diseña la primer boutique para la firma de moda Sandra Weil en la ciudad de México planteándola como una delicada composición de madera y cobre.
Una estructura de tablones de madera ordenados de forma vertical envuelve todo el espacio existente como lo haría un vestido a un cuerpo. Los muros de madera tropical, como una capa semi-permeable, cubren las imperfecciones del espacio existente al mismo tiempo que permiten vistas a través y más allá de la tienda haciendo que el espacio se sienta más grande de lo que en realidad es. Al moverse a través de la tienda, el visitante descubre lentamente las diferentes áreas con prendas organizadas entre las distintas capas de madera y nichos. Al pasar a través de ella, la red espacial de madera forma un espacio introvertido continuo que oscila entre abierto y cerrado.
La luz itinerante del sol, con sus constantes cambios, entra parcialmente en el espacio a través de los muros permeables de madera, así, la atmósfera del interior se transforma gradualmente durante el día. De la misma forma, la celosía de madera filtra la vista desde la banqueta creando una experiencia íntima, donde la visitante puede enfocarse en las prendas y probarlas sin ser observada desde el exterior.
Todos los elementos suplementarios son de cobre pulido y se diseñaron específicamente para el espacio. Los vestidos se presentan en ganchos especiales fabricados en cobre sólido. Rieles de cobre corren a través de los muros de madera, revelando las prendas entre los tablones de madera y maximizando el área transitable de la boutique. Una pequeña mesa de cobre refleja como un espejo el espacio alrededor, mientras que grupos de lámparas de tubo de cobre cuelgan desde distintos puntos del techo, iluminando uniformemente el espacio.
Visto desde el exterior, el espacio brilla suavemente al pasar la luz de las lámparas a través de la celosía de madera hacia la banqueta. Las vistas hacia el interior se desdoblan gradualmente al pasar por las vitrinas creando efectos y perspectivas siempre cambiantes.