En el mundo de hoy, el automóvil determina en gran medida cómo se configuran nuestras ciudades. En este contexto, los estacionamientos nos invaden; se hunden bajo los edificios, se extienden como playas de concreto o se elevan en altura a través de grandes rampas.
La arquitecta y diseñadora italiana Teresa Sapey ha decidido hacerse cargo de estos espacios. Transformándose en el sello de su oficina de arquitectura, ha comenzado a re-pensar y re-diseñar estos "no-lugares" dentro de Madrid, devolviéndoles su validez estética y su calidad de espacios públicos, donde los ciudadanos -a pesar de todo y quizás sin quererlo- se encuentran diariamente.
Su trabajo comenzó con el estacionamiento del Hotel Puerta de América de Madrid, proyecto donde antes habían participado arquitectos de renombre como Zaha Hadid y Norman Foster. Teresa tenía como tarea hacerse cargo de sus estacionamientos, el único espacio que hasta el momento nadie más había pensado.
Apostando por una gráfica simple y por los colores fuertes, la arquitecta tomó prestadas algunas frases del poema Libertad de Paul Éluard, las que quedaron plasmadas radical y expresivamente entre los automóviles.
"Cada vez estoy más convencida de que los garajes son un espacio urbano al que hasta ahora no se le ha prestado demasiada atención. Me fascina cómo un lugar en el que la funcionalidad es la base pueda a la vez, apelar a la parte emocional del individuo”, reflexiona Teresa.
De esta forma, ella se hace cargo de las entrañas del edificio, de sus zonas residuales, y los convierte en focos de atracción, en llamados de atención, en espacios de arte. En ocasiones, sus intervenciones sobresalen del espacio inicialmente asignado para ampliar su escala de influencia, haciéndose urbanos.
Es el caso del Car Park ubicado en el barrio de Chueca, también en Madrid. Aquí, el color rojo sale a la superficie para marcar su presencia, logrando, al mismo tiempo, que la luz del sol ingrese al subsuelo. Se citan versos del quinto canto a la Divina Comedia de Dante Alighieri, inspirando el diseño en "lo erótico del amor".
La arquitecta comenta: "El aparcamiento tiene un sistema especial de señalética para la ocupación de espacios, señalización disponible por medio de sensores de luz. Piezas de video arte muestran partes del cuerpo humano proyectándose en las paredes de los extremos de los carriles y en otra zona se encuentran fotografías de autor con secuencias anónimas de población local mostrándose afecto".
Es así como Teresa Sapey logra ocupar un espacio normalmente oscuro y degradado para enviar un mensaje: "el resultado es una osmosis visual a través de la palabra escrita, la cultura para todos, las imágenes de besos puros, anónimos y humanos, un espacio que se desprende del sentido de la soledad urbana y territorial que distingue a una ciudad capital como Madrid en España".
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