El Presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, ha solicitado el fin de los "edificios extraños" que se están construyendo en China, y en particular en la capital del país, Beijing. En su discurso de dos horas, en un coloquio literario en Beijing la semana pasada, el Sr. Xi expresó su opinión de que el arte debe servir al pueblo y ser moralmente inspirador, identificando a los proyectos de arquitectura: como la sede de CCTV de OMA, como el tipo de edificio que ya no debe ser construido en Beijing.
Con el boom de la construcción en China como uno de los más comentados en la escena de la arquitectura actual, y muchas firmas occidentales confiadas en proyectos extravagantes para apuntalar sus estudios, los comentarios del líder chino tienen el potencial de afectar el paisaje de las prácticas arquitectónicas en todo el mundo. Pero ¿Cual es el trasfondo de estos sentimientos?, Revisa más información después del salto.
Tal vez la lectura más sencilla del pronunciamiento del Sr. Xi sobre la arquitectura, es que consiste en una extensión de su misión para acabar con la corrupción y la extravagancia dentro del Gobierno de China, después de haber eliminado 51 funcionarios del gobierno a partir de agosto. A pesar de su alto perfil y popularidad con la prensa internacional, la sede de CCTV ha sido criticada por atrasarse varios años en su terminación (que inicialmente estaba destinada para los Juegos Olímpicos de 2008), y ha sido apodada como "pantalones grandes" por los lugareños, gracias a su forma inusual.
Particularmente en su declaración de que el arte debe "inspirar las mentes, alegrar los corazones, cultivar el gusto y limpiar los estilos de trabajo indeseables" parece vincular el arte con la pureza moral, y es este tipo de extravagancia captadora de atención que el Sr. Xi tal vez quiera evitar, especialmente en los edificios de propiedad estatal, tales como el CCTV.
Otra interpretación, presentada por Wolfgang Georg Arlt en la revista Forbes,, vincula los comentarios de Xi Jinping al turismo arquitectónico, argumentando: "los turistas solían ser impresionados por los edificios futuristas que se encontraban en lugares como Dubai y recientemente en Londres, pero con más y más de estos proyectos materializados en Beijing ... el factor de atracción de la arquitectura contemporánea en ellos, está disminuyendo".
Arlt también toma nota de que el número de turistas extranjeros que visitan Beijing ha disminuido constantemente en los últimos años, pero mientras que concluye que "tal vez este argumento le ayudará a sostener los futuros proyectos de arquitectos de talla mundial", este también podría tener el efecto contrario: A lo mejor el Sr. Xi se da cuenta que la "arquitectura extraña" no es lo suficientemente fuerte como para sostener la industria del turismo de China, y por lo tanto no vale la pena el riesgo financiero y de reputación que requiere.
Sin embargo, la interpretación más fuerte es que los comentarios del Sr. Xi sobre el arte, reflejan su tendencia hacia el nacionalismo chino (parte de lo que algunas personas el año pasado hicieron referencia como a un "giro maoísta" de parte de Xi Jinping. El New York Times cita una parte de su discurso el que expresa que el arte chino debe "difundir los valores chinos contemporáneos, materializar la cultura china y reflejar la estética china tradicional". No es tan difícil equiparar sus críticas a los "edificios extraños", ya sea con los arquitectos occidentales o incluso simplemente un estilo occidental de diseño, y su discurso con el apoyo de los medios sociales chinos, con la gente diciendo que "China no es un "campo de pruebas" para extranjeros”.
Anteriormente se había pensado que la cultura china simplemente no era lo suficientemente fuerte como para soportar el auge de su construcción sin la ayuda de arquitectos extranjeros: a principios de 2012, el predecesor del Sr. Xi, Hu Jintao, escribió que "la cultura internacional de Occidente es fuerte mientras que nosotros somos débiles". Sin embargo, pocos meses después, el Premio Pritzker fue otorgado a Wang Shu, la primera vez que se había adjudicado a un arquitecto que nace y trabaja en China. Por otra parte, Wang Shu se ha destacado por su enfoque crítico-regionalista, combinando lo contemporáneo occidental, con influencias tradicionales chinas.
Wang Shu es apoyado por una nueva generación de arquitectos chinos: como Ma Yansong de MAD Architects, cuyo concepto de la ciudad de Shanshui es explícitamente inspirado en la pintura tradicional china. Con este renovado interés en inspiraciones tradicionales de la arquitectura china, tal vez el Sr. Xi, prevee que es el momento de tomar una decisión sobre el llamado de Hu Jintao a "tomar medidas enérgicas para estar en guardia y responder" a la "lucha ideológica" entre las culturas china y occidental.
En su provocación para "Absorbiendo la Modernidad", pabellón temático nacional de este año en la Bienal de Venecia, el arquitecto de la sede de CCTV, Rem Koolhaas, lamentó la homogeneización de las ciudades en todo el mundo. Irónicamente, parece que él es el primero en ser atrapado en el contragolpe.
