Existe una manera de saber si un objeto es justo o formalista. La forma de un objeto justo es sólo una, no hay alternativas.
El diseñador italiano Enzo Mari ha dedicado gran parte de su vida a la fabricación de muebles, aplicando en su producción sus estudios personales sobre la funcionalidad y el carácter social del diseño. En 1974 publicó el manual Autoprogettazione, en el que transmite la importancia de los materiales y el proceso constructivo, donde el usuario ya no es un consumidor pasivo, sino que se convierte en un beneficiario de un objeto y un proceso en el que participa activamente.
Este manual, que incluye instrucciones detalladas para fabricar muebles básicos, fue distribuido gratuitamente para motivar a las personas a construir con sus propias manos, transformándose en una guía de culto para muchos diseñadores.
Me gustaría una cama grande, redonda, sobre una base de mármol y un colchón de agua. Me gustaría una gran lámpara-candelabro, un aparato de TV incorporado y algunas otras cosas... ¿Qué es lo que debo hacer? Yo estaba tan enojado que pensé que mi trabajo había perdido todo su significado, comenta Mari en una entrevista para Artek.
Decepcionado por los extraños encargos que recibía, alejados totalmente de la esencia funcional del objeto, Enzo Mari se dio cuenta que las personas no estaban entendiendo el proceso artesanal que permitía que estos cumplieran su función cotidiana.
Es así como decidió dejar un registro detallado de su trabajo, permitiendo una mayor comprensión por parte de sus usuarios finales. Pero se dio cuenta que las personas podían aprender aún más si lo hacían con sus propias manos. Y así nació Autoprogettazione.
El manual incluye instrucciones para la construcción de alrededor de 20 modelos, entre ellos camas, mesas, sillas y espacios de almacenamiento, los cuales fueron fabricados como prototipos por el mismo Mari.
Mis colegas prácticamente me acusaron de fascista, porque supuestamente los diseñadores debían diseñar objetos que hicieran la vida más fácil, y según ellos, yo estaba forzando a las personas a trabajar más.
Por el contrario, su intención de compartir el conocimiento fue tremendamente exitosa, recibiendo centenares de cartas de agradecimiento por sus manuales, vigentes hasta el día de hoy.