El artículo de Ariadna Castellarnau explica cómo el memorial se ha convertido en uno de los contenedores de la memoria en la ciudad contemporánea, y se centra en el discutido memorial al holocausto creado por el arquitecto Peter Eisenman en Berlín.
La literatura de W. G. Sebald y en especial su obra Austerlitz, es otro testimonio de la fuerte vinculación entre la memoria y el espacio físico. José María de Luelmo nos abre las puertas a esta reflexión.
Por su parte, Vicente Sánchez-Biosca aborda el tema de la ruina y de la fuerza expresiva que ésta adquirió en la España franquista y durante la contienda civil al convertirse en imagen mítica y lugar de memoria por excelencia. El Alcázar de Toledo es uno de los ejemplos más reveladores.
La crónica negra del patrimonio demolido viene de la mano de Carlos Pérez, que partiendo de un número de 1975 de la revista CAU, revisa el elenco del patrimonio desaparecido en España de manos de la especulación y los intereses políticos.
Este número de Lars dedica su entrevista a Ascensión Hernández, autora del libro La clonación arquitectónica, en el que analiza con sencillez la variedad de copias, clones o reconstrucciones arquitectónicas realizadas a lo largo de la historia, y el significado que éstas han adquirido en nuestras ciudades.
Rosa Sarabia nos descubre uno de los edificios más fascinantes de la capital argentina, el Palacio Barolo, un híbrido arquitectónico de principios del siglo XX cuyos paralelismos con la obra literaria La Divina Comedia de Dante Alighieri, hacen que la autora lo catalogue de “arquitexto” y de “rara avis”.
Dos artículos abordan el tema del café urbano, establecimientos donde se ha forjado la cultura. el primero es de Antonio Bonet Correa, que realiza un recorrido por la leyenda de los cafés históricos, lugares de tertulia, discusiones y reuniones literarias. El segundo lo firma Claustre Rafart, y se centra en el mítico y modernista Quatre Gats y en la “meca del cocktail”, el Boadas Cocktail Bar, ambos en Barcelona.
El número se cierra con el análisis de la curiosa obra del artista argentino Ral Veroni sobre el papel moneda europeo, cuyo autor es Roger Colom, y con las fotografías urbanas del español Javier Campano, abordadas por Mafalda Rodríguez.
Contenido
Arquitectura y Memoria
Frontispicio: Arquitectura y memoria
Ximo Ferrandis Valencia 2007 o la ciudad como plató
Álvaro de los Ángeles Rabia legítima
Ariadna Castellarnau La retórica del memorial
José María de Luelmo W. G. Sebald y la arquitectura de la memoria
Vicente Sánchez-Biosca Hermosas, acusadoras, ruinas
Carlos Pérez Patrimonio (una crónica de sucesos)
Ferran Bono Entrevista a Ascensión Hernández
Rosa Sarabia Palacio Barolo: monumento utópico de hibridez artística
Antonio Bonet Correa Los cafés históricos
Claustre Rafart Sorbos de vida urbana. Els Quatre Gats i Boadas Cocktail Bar de Barcelona
Roger Colom. Pequeño teatro del dinero en la ciudad fantasma. Algo sobre la obra reciente de Ral Veroni
Mafalda Rodríguez Javier Campano. El fotógrafo del azar
Enric bou Barbarie arquitectónica
En el nº 9 de la revista Lars, cultura y ciudad, pone en contacto la memoria con la cultura arquitectónica y la ciudad.
por Macarena Canales
La crónica de Carlos Pérez, si bien con un enfoque local sobre de la ciudad de Valencia, habla sobre como la especulación e intereses políticos han repercutido en la demolición de edificios de relevancia, en ocasiones reemplazados por otros asépticos, sin interés constructivos y muchas veces en desuso. Pérez va combinando la demolición, al responsable y a la contraparte, el ciudadano que reclama ante la desaparición de su patrimonio. Se hace referencia desde un principio a un artículo de la revista CAU, publicación del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Cataluña, que se dedicó monográficamente a la “arquitectura en peligro”.(nº 33, 1975). Este artículo, tuvo tal relevancia, que consiguió alertar y concienciar sobre la necesidad de proteger un patrimonio arquitectónico que estaba menguando de manera alarmante. La crónica de Pérez, hace hincapié en las decisiones políticas autoritarias, cometidas sobretodo a fines del franquismo, que deliberadamente demuelen obras de arquitectura.
La exposición de los hechos va hablando de un modo de operar por parte de los actores involucrados que sorprende por las grandes diferencias con el caso chileno, imposible no hacer comparaciones sobre las distintas idiosincrasias.
En el caso chileno, el motor de las demoliciones pasa por un “lavado de manos” por parte de las autoridades, que permiten a la especulación inmobiliaria tomar las riendas del asunto. El privado vela por sus intereses, y sus intereses son económicos. El ente público se hace a un lado, quizás bajo la premisa que lo demolido no era de tal relevancia, o que si el plan regulador lo permite, no es factible oponerse….En la indiferencia recae la culpabilidad. Lo relatado por Pérez habla de una rimbombancia en las operaciones, de un descaro tal que no contempla misterio alguno, las obras eran dinamitadas y era difícil no darse cuenta, la ciudadanía tomaba posición ante la brutal evidencia de lo que estaba sucediendo. En el caso nacional, las operaciones son a pequeña escala, casi en secreto, de manera tal que no nos demos cuenta, de pronto un edificio que existía deja de existir silenciosamente, y ante ese silencio casi no hay controversia, y todos miramos con resignada indiferencia.
Es importante ver el modo de operar en distintos contextos, cual es la posición de la ciudadanía, cual es el de las autoridades y quienes son los que toman cartas en el asunto. Carlos Pérez ha viajado con frecuencia a nuestro país. Hizo una exposición en el Museo Bellas Artes llamada “El Ultraímo y las Artes Plásticas”, y luego en la sala Telefónica otra llamada “Salle XIV.Vicente Huidobro y las Artes Plásticas”, de Huidobro realizó la primera edición de poemas pintados. Realizó una exposición antológica de Mauricio Amster en el IVAM.
