- Área: 5587 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Paredes Pino
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Siempre he sido un bloque lineal. Fui consciente desde el primer momento de lo que la normativa decía de mi futuro: “Edificación en bloque lineal abierto”. La forma de la parcela no ayudó mucho. Una L achaflanada con tres hermanas que completaban un cuadrado, (una manzana con patio interior).
Ser lineal, aunque uno se doble, y además con accesos en galería tiene muchas ventajas. Puedes ser más ecuánime, al dar todas las viviendas a las dos orientaciones. La calle y el patio interior. Permite ventilaciones cruzadas. Se puede dar acceso a todos los propietarios desde un único portal.
La disposición radial, en abanico, acerca el espacio libre a todas las viviendas. Equilibrio de condiciones. Su apilamiento en vertical hace lógica la aplicación de los sistemas estructurales y de instalaciones.
La calle elevada da solución a múltiples aspectos. El primero sería el de servir de acceso a cada una de las viviendas resolviendo en la misma pieza también la comunicación vertical. En segundo lugar permite crear un espacio que entendemos no sólo de circulación sino como un verdadero vestíbulo abierto de cada vivienda. Un espacio intermedio, de transición, que permite filtrar o domesticar los elementos exteriores como el viento, el frío o el excesivo calor.
El acceso a las viviendas se produce a través de un patio elevado-tendedero, como penúltimo paso en el gradiente que separa lo público de lo privado. Atravesando la vivienda, los huecos retrasados de la alineación ofrecen una mayor intimidad al usuario, al contener sólo sus propias ventanas. La vivienda se organiza en dos naves una de día con el acceso, cocina y estar y otra de noche con los dormitorios y los aseos.
Pensamos el sistema de actividades que formalizan el programa de la vivienda, desde la valoración de las acciones. Frente a un programa sustantivo, estático, que obliga a lo inmóvil, preferimos una arquitectura que se defina por lo que se puede realizar en ella. Esto permitirá siempre una definición no férrea, que tendrá suficientes grados de libertad como para irse acomodando a las distintas actividades, lo que supone reinventar diariamente el término habitar, algo que el ser humano hace de modo natural desde siempre.
En el nivel superior de trasteros, la terraza solarium con su alfombra de césped artificial, permite proyectar la vivienda hacia la cubierta, mostrando las privilegiadas vistas sobre el Ensanche de Vallecas y el perfil de la ciudad de Madrid.