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Arquitectos: gh3; gh3
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Fotografías:Raymond Chow
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una estrategia arquitectónica mínima pero radical transforma un hotel de estilo eduardiano que es un hito en el sur de Rosedale. El reto de modernizar la Casa Street, designada así históricamente, diseñada por el arquitecto William Alexander Langton para la señora Elenor Street en 1908, comenzó con un solo gesto quirúrgico que abre la planta formal constreñida para convertirse en un hogar lleno de luz en el que fluye el espacio, adecuado a la vida familiar contemporánea.
En respuesta a los detalles originales excepcionales, dos métodos concilian lo viejo y lo nuevo: el quiebre (donde lo antiguo y lo nuevo se yuxtaponen y contrastan con una delineación marcada) y la convivencia (la fusión y la co-existencia de detalles modernos e históricos donde el mérito histórico requiere un restablecimiento respetuoso).
Flujo espacial
La conectividad fluida entre habitaciones y pisos fue la ambición de una estrategia planimétrica quirúrgica radical, que sobrescribe una configuración compartimentada cuyas dependencias de servicio y delimitación formal entre el frente y el contrafrente de la casa eran vestigios de otra época.
Modernizando el potencial espacial de un planta de estilo eduardiano en forma de L, la transformación abre la parte de atrás de la casa y baja el nivel del suelo para desbloquear vistas sobre sí mismoa, y conectarse a un nuevo patio. Adentro, se introduce un fluido flujo espacial interior que conecta el ala oeste más formal al ala este de diario a través de una galería llena de luz. La inserción de una escalera blanca conecta verticalmente, su forma moderna escultórica utiliza las aberturas y proporciones de estilo eduardiano.
Quiebre y contraste
El acto quirúrgico central es la extirpación de la pared de ladrillo exterior del fondo de la casa. Esta fuerte delimitación permite retener el exterior de ladrillo articulado robusto, mientras que el interior se vuelve reduccionista y se centra en los elementos esenciales de luz, proporción y volumen. Este 'quiebre' se expresa a través de nuevos plafones de ladrillo que resuelven visualmente la chimenea y la escalera del segundo piso, y flotan por encima de la línea de acero marcada entre lo original y lo nuevo.
La parte inferior de las paredes exteriores de ladrillo se sustituyen con paredes acristaladas a gran escala que mejoran la conectividad con el sitio. Un nuevo zócalo de hormigón crea un nuevo patio de dos lados alineando el espacio exterior con los interiores. Adentro, elementos marcadamente contrastantes incluyen aletas de aluminio muy finas que teóricamente cortan a través de molduras restauradas y revestimientos de madera para lograr aberturas de altura completa prístinas que conectan las habitaciones formales de la planta baja.
Revelación selectiva y coexistencia
A través de la casa, las capas bellamente construidas de la estructura original se revelan y celebran. El diseño articula el registro superficial de la historia auspiciosa de la casa, para lograr un equilibrio lleno de luz y bien proporcionado entre el pasado y el presente. Algunas características se despojan hasta mostrar únicamente el ladrillo, con las huellas del pasado dejadas atrás como evidencia de que el edificio ha sido cuidado y adaptado a lo largo de los años, con cada generación añadiendo su propia capa a una historia única.
La mayor expresión de ello es la galería de la pared norte, un palimpsesto de aperturas anteriores y niveles de piso. La remodelación deja bolsillos de viguetas de ladrillo sin tocar, un arco, una hilada de ladrillo negro, y expone el ladrillo amarillo de menor valor de un muro original desenterrado. Esta narración histórica se llena de luz por las aberturas transparentes de mayor escala de la intervención moderna.
