La nueva estación intermodal de Santiago de Compostela tiene un programa funcional y unas condiciones que cumplir que no la hacen muy diferente de otras de su tamaño, pero afronta tres responsabilidades que le otorgan cierta singularidad: la obligatoriedad de asumir la condición de capital de la Comunidad Autónoma de Galicia con el movimiento y dinamismo que ello supone.
A continuación les mostramos más sobre este proyecto de Herreros Arquitectos.
La posibilidad de usar el proyecto en cuestión como oportunidad para conectar la ciudad en un punto en el que precisamente la existencia del ferrocarril ha dejado un territorio ocupado de manera desigual e inconexa; y la necesidad de asumir su papel de puerta e imagen primera de la ciudad para una cantidad notable de visitantes que accederán a Santiago por ferrocarril una vez que la alta velocidad y la intermodalidad rematen su puesta en servicio.
Sin duda, conectar los barrios del ensanche con los que el trazado del tren ha dejado inconexos al sur es el gran reto. Para ello se adoptan dos criterios: uno urbano, relativo al proyecto en su conjunto, y otro arquitectónico, relativo al edificio de la estación y sus accesos. En términos urbanos, el proyecto “escalona la ciudad” hacia el sur mediante niveles que salvan 3 metros cada uno: ciudad y vestíbulos a cota +9.00, Plataforma de Intercambios; Andenes y Usos Lucrativos Norte a cota +3.00; andenes a cota 0.00; zócalo de Usos Lucrativos sur a cota -3.00; Dársenas de Autobuses, Calle de Clara Campoamor, Barrio de Ponte Pedriña y Parque de las Brañas a cota -6.00.
Respecto a la arquitectura de la estación, proponemos construir un edificio a modo de puente a cota +9.00 metros al que los sistemas de transporte privado y los taxis acceden desde una “Plataforma de Movilidad” establecida a la cota +3.00, mientras que los peatones, los usuarios de las redes de transporte público y los ciclistas lo hacen a cota de la Calle Hórreo por la “Plaza de la Estación”.
Este edificio, en el que conviven encapsulados en dos volúmenes los vestíbulos de las estaciones de ferrocarril y de autobús, se asoma a las vistas imponentes sobre el entorno natural del sur de la ciudad desde el Balcón Urbano que resuelve con naturalidad la conexión peatonal entre la “Plaza de la Estación” y la “Plaza de Clara Campoamor” y la Puerta de las Brañas, todas ellas de nueva creación. Esta última quiere ser la antesala del entorno natural Parque de las Brañas de Sar y la Ciudad de la Cultura. Para ello se propone la reubicación de la marquesina de la antigua estación reconvertida en Pabellón de Acogida / Centro de Interpretación / Invernadero / Pajarera. El proyecto se instala por lo tanto entre la ciudad con su fábrica histórica de corte eminentemente artificial y su entorno natural en un diálogo franco y contemporáneo de la máxima ambición que concede idéntica importancia a ambos elementos.