En 6 segundos, 200 killos de explosivos distribuidos en los sótanos y en los pisos superiores bastaron para derrumbar las cuatro torres restantes del conjunto Space en Medellín el pasado 23 de septiembre. Con esta demolición programada, se cerró parcialmente un triste ciclo iniciado la noche del 12 de octubre de 2013 cuando una de las torres colapsó, dejando 12 muertos.
La tragedia forzó la reubicación de 700 familias, reabriendo la discusión sobre las responsabilidades de arquitectos, ingenieros, autoridades e inmobiliarias en este tipo de proyectos, pues nunca antes en Colombia un edificio había sido demolido por fallas en la construcción.
Hace unos días las cadenas televisivas colombianas transmitieron en directo la implosión programada de una construcción ya desalojada, el cadáver del edificio Space, un conjunto residencial en el sector acomodado de El Poblado, de suaves pendientes en la accidente geografía de Medellín y que la noche del 12 de octubre de 2013 vio colapsar una de sus torres -la sexta- dejando 12 muertos.
En su momento, la constructora CDO se defendió ("No existe ningún peligro para el resto del edificio donde no se encontró falla estructural", según el comunicado oficial) y las autoridades reubicaron en hoteles y residencias al resto de los habitantes, cuyas propiedades oscilaban entre "200 y 500 millones de pesos colombianos", es decir, entre 100.000 y 251.000 dólares, según reportó en su momento El Espectador.
En un hecho histórico en Colombia, la Alcaldía de Medellín decretó a fines de enero de 2014 la demolición total del Space, tras las conclusiones de un estudio estructural encargado a la Universidad de los Andes: las torres 4 y 5 corrían el mismo peligro de derrumbe cobrando nuevas víctimas.
Mesa Técnica recomienda desmontar la torre 5 del edificio Space, operación que se realizaría entre 4 y 5 meses pic.twitter.com/F59xqJFR4K
— Alcaldía de Medellín (@AlcaldiadeMed) October 15, 2013
Más allá de la tragedia, quedaron en el aire una serie de dudas y acusaciones sobre la responsabilidad de inmobiliarias, ingenieros y autoridades, tal como publicó El Semana en 2013: ¿quién aprobó la recepción de las obras finales?, ¿cuál es la solución de la inmobiliaria para las familias afectadas?, ¿quién corre con los gastos de reubicación de los propietarios?, ¿cuáles son las responsabilidades penales para los involucrados?, ¿quiénes son exactamente los responsables?
Previa a la demolición total del conjunto residencial en septiembre pasado, el Ministerio colombiano de Vivienda presentó el proyecto de ley ‘Viviendas seguras’ -conocida también como 'AntiSpace'- y con el cual no solo se busca mejorar los estándares de construcción, sino también se propondrá "un registro único nacional de profesionales acreditados para adelantar labores de diseño, revisión o supervisión" y exigir tanto al constructor como al propietario del sitio a adquirir un seguro que protege a los nuevos propietarios "y a los terceros que se vean afectados en el evento en que la edificación perezca o amenace ruina como consecuencia de las deficiencias en construcción, suelo, materiales, o diseños", según El Espectador.
De todas maneras, la tragedia colombiana recuerda el derrumbe del edificio Alto Río en Concepción (Chile) tras el terremoto de 2010 en la zona central del país sudamericano: en ambos casos, las construcciones se levantaron en sitios calificados en zonas de alto riesgo, un factor gravitante e totalmente independiente de la calidad de la construcción.
Después de todo, riesgo es riesgo.
Buenos días. Esta es nuestra portada de este domingo 21 de septiembre dedicada al edificio Space y su historia pic.twitter.com/w4sAsvuERF
— ElColombiano (@elcolombiano) September 21, 2014