Tema de muchas discusiones y estudios, la relación entre la arquitectura y el cine es hace mucho tiempo un terreno fértil para especulaciones y experimentaciones. Este post tiene como objetivo ejercitar esa temática, apuntando a las intersecciones entre los dos campos y lanzando la luz sobre la producción contemporánea de videos de arquitectura, demostrados por cinco ejemplos como estos.
Desde su intervención, el cine ha mantenido una relación muy estrecha con la arquitectura y con la ciudad. Tanto es así que el primer film del que se tiene conocimiento, L’arrivée d’un train en gare à La Ciotat, producido por los hermanos Lumière en 1985, muestra exactamente lo que sugiere el título - la llegada de un tren a una estación. Algunos símbolos de modernidad están presentes: la estación, las masas y la ciudad.
Otro caso en el que la influencia de la arquitectura en el cine es evidente es en la construcción de escenarios. No podemos descuidar el poder del escenario construido en películas como El Gabiente del Dr. Caligari o el mismo Metropolis. El expresionismo alemán es representativo en este aspecto, siendo la primera vez que el escenario actuó como protagonista.
En otra situación tenemos los ambientes urbanos reales que sirven de telón para los films italianos neo-realistas de la postguerra. Estas películas representan visiones críticas de la realidad de la época y, como apunta Kracauer [1], los espacios urbanos, con sus calles y edificaciones, siendo el escenario y los vehículos de esta crítica social.
La influencia se puede dar también en el sentido inverso: el cine en la arquitectura. Como ésta representa los escenarios en las películas, el cine también puede, con luz, sombras, escala y movimientos, construir espacios. Arriesgarse, inclusive, a la inexistencia de las limitaciones físicas concretas, hacen que el cine pueda ir más allá de la arquitectura [2] en términos de experimentaciones espaciales.
Biblioteca Pública de México José Vasconcelos / Pablo Casals-Aguirre
Montaje arquitectónico.
Considerando que estos dos artes especiales acontecen la dimensión del tiempo y del movimiento, podemos pensar en la arquitectura en términos cinematográficos. En este sentido, Sergei Eisenstein, en Montaje y Arquitectura, y Le Corbusier, en Por una Arquitectura, desenvuelven teorías del movimiento del espacio.
Para Einstein, la propia arquitectura incorpora los principios de montaje cinematográfico. Sus características de un arte espacial experienciado en el tiempo hacen que sea el precursor del cine. Y, entonces, la yuxtaposición secuencial de los espacios que garantiza la incautación de la arquitectura.
Le Corbusier, a su vez, desenvuelve sus teorías de movimiento al elaborar la idea de promenade architecturale cuando describe la trayectoria del espectador por dos de sus casas de la década de 1920, la Maison La Roche-Jeanneret y la Villa Savoye.
En este sentido, Einstein y Le Corbusier apuntan a la misma dirección, ambos exageran la arquitectura como un arte aprensible secuencialmente a través del momento del cuerpo y de los ojos del espectador en el espacio, es decir, como un montaje cinematográfico.
Portugal Pavilion en la Expo '98 / Pedro Kok
Cinematografía en cuanto a la herramienta de representación.
En su investigación sobre los vehículos de representación de la arquitectura, Bruno Zevi identifica el cine como "el mejor capaz de insertar la temporalidad en la percepción espacial del fenómeno arquitectónico" [3].
Diferentemente de otros modos de representación, como las plantas, fachadas y maquetas, el recurso del video permite capturar el medio más usual de aprehensión del espacio - al caminar - y reproducirlo posteriormente en una proyección, posibilitando así la reactivación de nuestro viaje por el espacio.
En cuanto al instrumento de representación del espacio arquitectónico y urbano, la cinematografía añade las otras formas de representación de la dimensión temporal y, consecuentemente, el movimiento.
Sliced Porosity Block / Spirit of Space
Videos de Arquitectura
La constante mejora de la técnica a lo largo de los más de 100 años de existencia, junto con el surgimiento de internet y plataformas de difusión de videos (youtube, vimeo, etc.) y también, la popularización de las cámaras y otros equipos alteró sensiblemente el modo en cómo lidiamos con la producción y la recepción del cine.
Lo que antes era territorio de medianas y grandes producciones, con carácter, sobre todo documental, se desarrolló en videos de corta duración, de naturaleza muchas veces poética, que buscan capturar la escencia de los edificios o espacios urbanos.
Siendo la cinematografía una importante herramienta de representación del espacio arquitectónico, con la profusión de plataformas de difusión de videos tales herramientas están ahora al alcance de un gran número de interesados en la arquitectura - estudiantes, docentes, profesionales, entusiastas, etc.
La Limpeza_Teaser / Ruptura Silenciosa
Arquitectura y cine como artes táctiles.
Benjamin apunta a la arquitectura como un arte que es recibido por la colectividad y por el hábito, y no meramente por la percepción óptica.
"Con respecto a la arquitectura, el hábito determina en gran medida la propia repeción óptica. También en ella, de inicio, se realiza más sobre la forma de una observación casual que de una atención concentrada. [...] las tareas impuestas al aparato perceptivo del hombre, en momentos históricos decisivos, son insolubles en la perspectiva puramente óptica: por la contemplación. Ellas se convierten factibles gradualmente, por la repeción táctil, a través del hábito. Sin embargo distraído tambiénpuede habituarse. Más: realizar ciertas tareas, cuando estamos distraídos, prueba que las realizaciones se tornan en un hábito para nosotros" [4].
En este sentido, la condición táctil de la arquitectura - el hábito - puede entonces, para Benjamin, influenciar su percepción óptica. Sin embargo, la constatación más sorprendente es que, para el autor, la condición táctil no es exclusiva de la arquitectura, ella es también dominante en el cine.
Benjamin sugiere, que el film tieme la capacidad de llevar al espectador la condición de observador inerte y lo coloca en el papel de aquel que experimenta con el tacto - es decir, con el cuerpo - el espacio fílmico. En este sentido, no es exagerado pensar que, cuando vemos una película, físicamente experienciamos aquellos lugares y situaciones que se muestran, ya sea en una sala oscura o en la panatalla de un computador.
Casa Encuentro / Miguel de Guzman
Espacios mentales.
Todavía, los medios de representación, por más sofisticados que sean, jamás reemplazarán la experiencia real de una obra de arquitectura, de un lugar. No se puede negligenciar, pero, el poder del cine es, precisamente, los videos de arquitectura, de representar y hacer la aprehensión de un espacio construído más completo.
Yendo más allá, se puede afirmar que las realidades mostradas en las películas - ciudades y edificios - están abiertas a interpretaciones de las cuales asisten. Leonardo Name sugiere que "los espacios de las películas están abiertos para ser ocupados por la mente de cualquier individuo, que los vive de manera única, retirando impresiones y emociones totalmente diferenciadas". [5]
Al paso que la arquitectura se ocupa, dentro de muchas otras cosas, de la concepción de los espacios reales, Juhani Pallasmaa sugiere que "el cine construye espacios en la mente, crea espacios mentales, reflejando así mismo la inerente y efímera arquitectura de la mente, el pensamiento de la emoción humana". [6]
Un video de una obra de arquitectura, mucho más allá de simplemente representar el espacio construido, puede desencadenar una serie de otras memorias que complementan, contradiciendo o cuestionando la obra representada. Por tanto, la aprehensión de la obra estña condicionada tanto por las decisiones de quien realizó el video como por la interpretación de este por parte del individuo, que funde mentalmente los espacios mostrados con aquellos de su mente.
Vemos lo que está en el cuadro, eso depende de las decisiones de quien produjo el video - movimientos de cámara, encuadre, etc. - lo que está fuera de entrar en la esfera de la imaginación, y eso depende de ua serie de experiencias únicas de cada individuo. En este sentido, no es exagerado llegar a decir que un video que retrata una obra de arquitectura expande la propia arquitectura, se me muestra diversa por cada individuo que ve el video.
[1] Anthony Vidler; La Explosión del espacio: Arquitectura y el imaginario fílmico.
[2] Comprendiendo sobre la práctica de diseño y construcción de edificios.
[3] Angela Maria Rocha y Tatyane Bandera Souza; Arquitectura y la Imagen y Movimiento.
[4] Walter Benjamin; La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica.
[5] Leonardo Name; El cine y de la ciudad: simulación, vivencia e influencia.
[6] Juhani Pallasmaa; Espacio Vivido en Arquitectura y Cine.
Gracias a Miguel de Guzman, Pablo Casals-Aguirre, Pedro Kok, Spirit of Space y Ruptura Silenciosa que amablemente proporcionaron sus vídeos para publicar.
