Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Institución Benéfico Social Padre Rubinos nace en A Coruña hace casi un siglo con vocación de dar cobijo y asilo al necesitado. Posteriormente ha ido creciendo y ampliando su ámbito de actuación a Escuela Infantil y Residencia de Ancianos.
Presentamos ahora su nueva sede que nace de una forma silenciosa de entender la arquitectura. La edificación se concibe como una cobertura para la vida que transcurre en ella, un espacio sereno, íntegro y con voluntad de permanencia.
El uso de la línea horizontal surge como consecuencia de esa búsqueda de sosiego y relajación configurando una sucesión de espacios mensurables y ordenados.
Se trata de un espacio arquitectónico que gira entorno al individuo renunciando a la composición académica de fachada y ofreciendo un pórtico de entrada que rodea y define una plaza abierta a la ciudad. Retomamos el concepto de claustro en sintonía con el carácter religioso y la labor social de la institución.
La idea de patio se repite en todo el complejo como elemento articulador de los diferentes espacios buscando potenciar la diafanidad, la luz y la continuidad visual entre interior y exterior.
Los diferentes volúmenes se adaptan a la morfología del terreno de forma que tanto en planta baja como en las superiores hay comunicación directa al exterior.
La residencia de ancianos ocupa el uso más extenso del complejo. En planta baja se desarrollan las zonas comunes como salones de convivencia, despachos profesionales, salas de terapia,... mientras que en las dos plantas superiores se ubican las zonas privadas vinculadas a las habitaciones.
Se ha tenido especial cuidado en el uso de materiales que cumpliesen los requisitos para un edificio de estas características: alta calidad, resistencia, durabilidad, ecología, pero al tiempo otorgasen humanidad, serenidad y calidez a los interiores (suelo cálido, textura de madera, tejidos naturales…)
La escuela infantil se desarrolla en una única planta. La diafanidad y continuidad espacial entre aulas permite un uso polivalente de las mismas. Se busca también la relación visual y simbólica con las zonas comunes de la residencia para que ambas generaciones puedan relacionarse y estrechar lazos.
El albergue de transeúntes se divide en 3 usos diferenciados: albergue, comedor social y centro de atención social continuada que se desarrolla principalmente en planta baja y una planta superior reservada para las habitaciones.
El acceso del albergue reproduce el concepto de plaza abierta cuyo pórtico da escala humana y protege al visitante.
Además de estos usos básicos el complejo consta de Residencia para las religiosas que gestionan el albergue, Sede social de la Institución y Área representativa con salón de actos y una capilla que es símbolo y reclamo dentro del complejo.
Su presencia se evidencia mediante elementos claramente reconocibles como el campanario y la puerta de entrada con una arquitectura ordenada y serena.
Accedemos por un espacio recogido y cálido pasando a un espacio magnificado que potencia el simbolismo del lugar. Éste a su vez nos abraza mediante la línea horizontal del zócalo de madera que nos devuelve a la escala humana.