- Área: 530 m²
- Año: 1952
-
Fotografías:Ramiro Chaves
El Museo del Eco diseñado por el escultor-arquitecto Mathias Goeritz, es considerado como una obra arquitectónica importante de la arquitectura moderna mexicana. Fue ideado como una conjunción de volúmenes sencillos desarrollados dentro de los conceptos contrastantes de claro-oscuros, masividad-vacío, horizontalidad-verticalidad. Sin embargo, la presencia de esta obra, construida entre 1952 y 1953, se integra perfectamente al entorno urbano.
El Eco, está construido en un predio de la calle de Sullivan en la Colonia San Rafael, Ciudad de México, con una dimensión de 530 m2. Aquí, se basó en el Manifiesto de la Arquitectura Emocional para el desarrollo del proyecto, como también, en la experiencia religiosa y la arquitectura Gótica y Barroca; es así como, Goeritz proyectó al edificio como una “escultura penetrable” donde confluyeran artes plásticas, escénicas y literarias.
Este espacio museístico indudablemente tiene un aire de monumentalidad, en donde predominan los macizos sobre los vanos. Los muros ciegos, siendo el principal elemento, fuerzan la perspectiva e inducen el sentido direccional en el espacio. El resultado estuvo pensado para que la iluminación natural no afectara el espacio interior.
El Eco fue diseñado como una estructura poética cuya disposición de corredores, techos, muros, recintos y vanos llevaban a sus asistentes a reflejar su experiencia del espacio en un acto emocional.
Luis Barragán calificó a Goeritz como “arquitecto emocional” al introducir una propuesta de arquitectura emocional al espacio, donde la presencia de luz toma un juego importante al manejarla de forma muy cuidadosa. Por otro lado, Barragán influyó directamente en las soluciones arquitectónicas, el ejemplo más característico fue la inclusión de los colores “Barragán” en el espacio central.
El producto de esta innovadora obra ha mostrado ser uno de los espacios más versátiles dentro de la experimentación artística en México desde sus inicios. El Museo Experimental el Eco activa prácticas artísticas en torno a la reflexión espacial. A partir del legado de Mathias Goeritz, El Eco constituye una caja de resonancia y tensión entre la modernidad y lo contemporáneo.
Después de su restauración y re-inaguración, el Eco ha invitado a jóvenes arquitectos radicados en México con la intención de realizar una intervención arquitectónica en el patio del museo. Los ganadores del pabellón han convertido este espacio en un escenario efímero que año con año atraen numerosa afluencia.
- Área: 530 m²
- Año: 1952
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Fotografías:Ramiro Chaves